Pero consigue la reelección presidencial.
Con casi el 53% de los votos, Recep Tayyip Erdogan logra ser reelegido presidente. Otra cosa es el capítulo legislativo, en el que el AKP obtiene el 44% de los sufragios, pero que gracias al 11% de su aliado Movimiento Nacional, MHP, se garantiza el control de la cámara legislativa.
Por su parte, Muharrem Inge, dirigente del partido de centro izquierda CHP rompe la barrera del 30% de los votos, mientras que la nacionalista conservador a Mere Anserner, del Partido del Bien, que rompió con la formación de Erdogan, consigue casi el 8%, y Selahettin Demirtas, el dirigente kurdo encarcelado, supera ligeramente ese porcentaje.
La oposición se niega a reconocer los resultados y acusa al gobierno de “manipulación”. Inge ha pedido a los suyos que no abandonen para evitar eventuales fraudes, igual reacción que la de Aksener que ha dicho: “¡Apoderados y amigos no abandonemos las urnas! Debemos protegerlas de los manipuladores intentos de la agencia Anatolia”.
Mahir Ünal, portavoz del partido en el Gobierno, Justicia y Desarrollo, AKP, ha calificado de “inaceptables” los “ataques y amenazas a las instituciones nacionales, especialmente a la agencia de noticias estatal”. “El Ministerio del Interior ha confirmado que hemos tenido uno de los procesos electorales más seguros”.
La participación en las elecciones legislativas ha sido superior al 92%, un punto por encima de las presidenciales. A pesar del triunfo obtenido por el AKP, sus resultados quedan siete puntos por debajo de las anteriores elecciones. Gracias a su alianza con el ultraderechista Partido Nacionalista podrá conservar la mayoría absoluta en la Cámara. La novedad es que el Partido de la Democracia de los Pueblos, la izquierda prokurda tendrá grupo propio, al superar el 10% de los sufragios.
Erdogan, a punto de perder la mayoría absoluta
