ERC: “Sin indultos no hay Presupuestos”

ERC: “Sin indultos no hay Presupuestos”

La tramitación de los indultos para los condenados por el procés está sobre la mesa. Juan Carlos Campo, ministro de Justicia, lo anticipó este miércoles en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados.

A nadie se le escapa que ese perdón es una condición imprescindible para que ERC se siente a negociar y, luego, facilitar la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE).

Según conversaciones mantenidas por este periódico con un dirigente republicano, es condición necesaria habilitar determinados indultos, como mínimo, para votarlos a favor.

Ahora bien, no todo es tan sencillo. Aunque en la formación que lidera Oriol Junqueras celebran en privado el anuncio hecho por Campo, cara a su parroquia no pueden manifestarse satisfechos. “Autodeterminación y amnistía” sigue siendo el mantra que repiten desde todo el independentismo, con ERC a la cabeza.

Aceptar como un éxito los indultos sería reconocer implícitamente que organizar y celebrar el referéndum ilegal del 1-O fue un delito. Si los republicanos lo hicieran, perderían la clara ventaja que ahora tienen cara a las elecciones autonómicas catalanas.

En privado, ERC celebra la tramitación de los indultos

Y ahí no acaba la cosa. De puertas adentro se muestran satisfechos, aunque sostengan en público que sólo es un trámite que debería realizarse en cualquier caso, como así es. En cambio, no pueden obviar que es un gesto.

No solo la tramitación de los indultos, sino la anunciada intención del Ejecutivo de Pedro Sánchez de reformar el Código Penal y rebajar las penas por los delitos de sedición de rebelión.

Además, en ERC creen que esos pasos facilitarán su apoyo a los Presupuestos y les fortalece ante una negociación, reactivando la mesa de diálogo. Es su principal activo electoral y en la que, sostienen, seguirán defendiendo la amnistía y la autodeterminación. No pueden tensar demasiado la cuerda porque podría romperse, pero tampoco pueden aflojar porque perderían apoyos.

Está en juego la supremacía en el seno del independentismo. Cualquier paso en falso lo aprovecharía JxCat y, claro, Carles Puigdemont. Los republicanos se ven forzados a mantener un discurso maximalista, el impuesto por Quim Torra, el mismo que impide que se celebre ya una segunda reunión de la mesa de diálogo.

Es consciente de que su inhabilitación está a punto de confirmarse y el problema será de otro, además de dejar a los de Junqueras en una posición delicada.

Lo peor será cuando se convoquen elecciones

Sin embargo, lo más cruento dentro del secesionismo está por llegar. Puigdemont se mantiene vigilante ante cualquier concesión de ERC, más aún cuando se empiecen a negociar los Presupuestos. Serán tildados de cómplices del Estado opresor.

Las andanadas contra los republicanos se recrudecerán cuando Roger Torrent, como presidente del Parlament, ponga en marcha el reloj de la convocatoria electoral.

Algunos indultos llegarán y, a fin de cuentas, de la posición que muestre el Gobierno de Sánchez dependerán, no solo los Presupuestos, sino buena parte del futuro político de ERC.

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