Se acerca el arranque de la Mesa de diálogo y ERC aumenta la presión sobre el Gobierno, amenazando ahora con no apoyar los Presupuestos 2022.
Los republicanos catalanes saben que son necesarios para sacar adelante las Cuentas públicas y, con ellas, la llegada de los fondos europeos. Es una exigencia de Bruselas.
Por ello, redoblan la presión, un guiño más a sus socios en el Govern y a la CUP, ambas formaciones muy críticas con la Mesa. De ese modo, se sacuden cierta presión, pese a que Junts sí estará en el foro entre ambos Ejecutivos.
En ese contexto, ERC, en palabras de Marta Vilalta, portavoz de los republicanos catalanes, asegura que Pere Aragonès se sentará en la Mesa.
“El presidente de la Generalitat de Cataluña estará”, afirmó tras la reunión de la ejecutiva de la formación. “En esta reanudación de la negociación deben estar los máximos representantes de cada gobierno”, dijo antes. “Por tanto, tiene que haber una respuesta en sintonía por parte del Gobierno del Estado”, añadió.
Insistía, como hicieron antes los republicanos, en que Pedro Sánchez acuda al foro que reunirá a ambos gobiernos. Además, lanzaba las amenazas de ERC respecto a cumplir con lo que los republicanos creen que es el objetivo de la Mesa.
“No entenderíamos otra cosa que no fuera cumplir con los compromisos adquiridos”, en alusión a los asuntos que consideran claves en lo que llaman negociación.
Por eso, consideran que resolver el conflicto pasa por la amnistía y la autodeterminación. Es a lo que llaman avanzar en la mesa de diálogo. Si se cierra la posibilidad de solucionar el conflicto catalán será “mucho más difícil” que ERC negocie los Presupuestos.
“Esto no va de qué carreteras necesitamos, de si el aeropuerto se debe poder modernizar o del traspaso de alguna competencia, que también es importante. Esto va de resolver un conflicto político de fondo”, advirtió Vilalta, vinculando, de paso, las Cuentas públicas a un avance en la Mesa.
Entretanto, llueven las críticas desde los neoconvergentes, que vuelven a la ofensiva, evidenciando las diferencias con ERC. “El movimiento independentista se tiene que preparar para la fase en que la respuesta del Estado vuelva a ser un ‘no’ a todo”, advirtió el huido Carles Puigdemont.