El Programa Mundial de Alimentos logra hacer llegar ayuda utilizando uno de los afluentes del Nilo Blanco.
Estaba suspendido el envío de ayuda humanitaria a Sudán de Sur, desde hace ya cinco años que comenzara su guerra civil. Ahora se ha conseguido, a través del Programa Mundial de Alimentos, PMA, que esta semana hacía llegar ayuda a los necesitados utilizando el río Sobat, uno de los afluentes del Nilo Blanco.
La ayuda, que consta de una barcaza y once embarcaciones más pequeñas, llevaban unas 752 toneladas de alimentos y suministros nutricionales como sorgo, guisantes, aceite vegetal y gachas nutritivas para alimentar a 40.000 personas durante un mes.
Ha relatado el PMA que para poder hacer efectivo el envío se tuvieron que someter a negociaciones para que les garantizasen el paso seguro del convoy hacia el condado de Ulang, desde Renk, en la región del Gran Alto Nilo.
La agencia de la ONU recuerda que unos 6,1 millones de personas, más de la mitad de la población de Sudán del Sur, sufren escasez de alimentos. “Millones de personas no saben de dónde vendrá su siguiente comida”, destaca Adnan Khan, director del PMA en Sudán del Sur.
“Necesitan urgentemente asistencia humanitaria. Sin ella, se enfrentan a graves retos”, avisa, indicando que para “llegar a más personas y a hacerlo de forma más eficiente” es necesaria “la apertura de rutas de reparto más viables”.
Cuando las circunstancias son extremas se realizan lanzamientos desde el aire en zonas remotas y en caso de último recurso, debido a que el coste de este tipo de envío es seis veces mayor al que se realiza por carreteras o ríos.
Se tiene previsto entregar 6.200 toneladas para unas 130.000 personas en siete zonas de difícil acceso en los condados de Ulang, Luakpiny, y Nyirol, según la agencia de la ONU. En estas zonas las entregas se hacían anteriormente por aire.