La alarma de la alarma. Enorme preocupación sanitaria provoca la negativa del PP a votar a favor de la ampliación del estado de alarma. También, la decisión de ERC de hacer lo propio. Ambas formaciones han sembrado de preocupación sanitaria a los especialistas, a la comunidad médica y a toda la Sanidad.
Las calles de numerosas ciudades españolas estaban abarrotadas de gente durante el día de ayer. Un número exagerado de personas, más allá de lo razonable, paseaban por las aceras ante la necesidad de salir de casa. Sin embargo, a todas luces parece, según nos narran los especialistas, que esto podrá suponer un rebrote de la enfermedad. De nuevo, un riesgo sanitario para el país.
Frente a ese riesgo, precisamente, las autoridades sanitarias reaccionaron con estupor ante la negativa de los independentistas y de los conservadores de apoyar la ampliación del estado de alarma. Dejan al PSOE completamente solo ante una decisión que es imposible sacar adelante sin el apoyo de alguno de estos grupos.
Una vez más se anteponen los intereses políticos a la estrategia sanitaria de salvar a un país que, evidentemente, está deseando salir a la calle. Pero es también evidente que los riesgos a asumir son elevados en tanto en cuanto todo el mundo haga lo mismo.
Mala es la época en la que los hombres y mujeres públicos intentan ser importantes por delante de ser útiles. Como ha revelado el ministro Illa, en rueda de prensa, es imprescindible alargar el estado de alarma. Un requisito para seguir un proceso que necesita la dirección y el apoyo único de un gobierno nacional coordinando todas las fases de la desescalada.
Y todo ello llega el día en que sabemos que sólo ha habido 394 casos nuevos y que sigue creciendo la cifra de curaciones diarias: 2.441. Tal vez el estado de alarma haya ayudado a hacer bajar los números, ¿no?
El patriotismo mal entendido, que por supuesto no solo no es patriotismo, sino egoísmo y oscuros intereses económicos y de poder.
Estos son patriotas apoyando a los fondos buitre extranjeros, en vez de apoyar a los españoles que están en viviendas de alquiler social, vendidas por el PP, a esos fondos.
Son patriotas que buscan desestabilizar al gobierno de España, quitandole fuerza frente a Europa, cuando se negocia un gran fondo de apoyo a la economía española por la crisis del coronavirus.
Son patriotas que piden rebajar los impuestos a los ricos para que la sanidad privada se convierta en la principal fuente sanitaria haciendo frente al coronavirus, que esta dominada por fondos extranjeros que vienen ha hacer negocio con la salud de los españoles. Dicen que la sanidad publica hay que desmantelarla, y están rabiosos porque la gente les aplaude todas las tardes a las 20h desde sus ventanas, y buscan como sea destruir esa solidaridad.
Son patriotas de su patrimonio, que se llevan a paraísos fiscales, y ponen al frente de su formación a apellidos como Smit, de origen alemán, o la de origen Cubano, Monasterio, o de origen aristocrático, como Espinosa de los Monteros, aunque odian a la inmigración pobre, defienden a los inmigrantes ricos.