Enjambre sísmico bajo el Teide

Enjambre sísmico bajo el Teide

En la madrugada de este viernes, se ha registrado un enjambre sísmico de muy baja magnitud en las Cañadas del Teide, al suroeste de Pico Viejo.

Finalmente, se detectaron 458 sismos, de los cuales, 13 tuvieron mayor magnitud, informa el Instituto Geográfico Nacional (IGN) y el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan).

Así, se localizaron alrededor de 300 terremotos en un intervalo de 2 horas y 20 minutos, además de la sismicidad que hubo el jueves. En esa misma zona se registraron cinco terremotos.

No obstante, la máxima magnitud que se alcanzó es de 1,6 a una profundidad de 13 kilómetros.

Dicho esto, este enjambre sísmico que es muy parecido a los que se registraron el 2 de octubre de 2016 y el 14 de junio de 2019.

Asimismo, su origen más probable es el movimiento de fluidos como vapor, gas o agua dentro del sistema hidrotermal del Teide.

Sin embargo, detallan desde Involcan, este enjambre no supone una mayor probabilidad de erupción a corto o medio plazo. Con todo, recuerdan que “Tenerife sigue siendo una isla volcánica mente activa”.

Por otra parte, Itahiza Domínguez, sismólogo del IGN, indica que el enjambre sísmico detectado es “peculiar”, aunque “esperable”.

Esto se explica por la actividad magmática de Tenerife, pese a lo cual afirma que “no hay que preocuparse”.

Así las cosas, declaró a Europa Press que todos los terremotos son pequeños. La población no lo sintió ya que tenía magnitudes medias de 0,5 y a profundidades entre los 10 y 15 kilómetros. Además, se produjeron en un intervalo de poco más de tres horas.

Un enjambre sísmico que se esperaba

Asimismo, señaló que los sismos se detectaron en una zona en la cual “siempre” hay sismicidad. Ya sucedieron, recuerda, otros dos enjambres en 2016 y 2019.

Por tanto, considera “normal” esta situación ya que en la isla se detectan alrededor de mil terremotos cada año, si bien no todos se localizan.

Explicó, a su vez, que, esto sucede aunque “no está activa” desde el punto de vista volcanológico. Es lo que la “diferencia” de La Palma o El Hierro.

En ese sentido, indicó que Tenerife quien una capa magmática y un sistema “más activo en periodos de calma”.

Pese a que no se conoce el origen exacto, el experto sostuvo que “puede que tenga que ver con la actividad y los gases”.

Asimismo, aclaró que no hay deformación del terreno y que, si hubiera actividad preeruptiva, “habría más actividad”.

Por ello, insisten lanzar un mensaje de “tranquilidad”. “En principio no es nada”, señaló, aunque no se puede “adivinar” cuando la isla podría tener una erupción.

En definitiva, era “esperable”, no es ninguna “sorpresa” y no hay razón para “alarmar” ni activar un plan de contingencia.

Por tanto, “no hay nada más. La cuestión es seguir vigilando por si surge algo nuevo”, concluyó.

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