“En un lugar del Paseo de la Castellana: de Antonio Cánovas del Castillo a Mariano Rajoy Brey. 1887/2019” (I), por José Francisco Arribas Álvarez.

José F. Arribas Álvarez.

Hace ya casi 30 años, se publicó un libro con un título muy sugestivo: La Castellana, escenario de poder. Siempre he interpretado que quería decir, que el eje urbano formado por el Paseo de la Castellana, en Madrid, es un escenario doble, en cuyos lados existían y existen, numerosos edificios en los que radican los que ejercen el poder.

En ese escenario, y en el lado de los número pares, propongo que describamos una representación de ese poder, a través de una “obra teatral” en tres partes con cuatro actos. La división en partes y actos deriva de los distintos atrezos que han vestido el escenario entre la segunda mitad del siglo XIX, cuando se incorpora a la ciudad de Madrid a través de su urbanización y la actualidad.

Ese lugar del escenario -números 40 al 50 del paseo- tiene la virtud de reunir, en un radio de apenas cien metros, edificios en los que residieron y trabajaron nuestros protagonistas. Es un solo espacio urbano con una suave pendiente, que desciende desde la calle Serrano, límite oriental, hasta el paseo de la Castellana, occidental. En su interior solo tuvo una calle en forma de ese, casi desaparecida en la actualidad, de nombre Martínez de la Rosa, primer Presidente del Consejo de Ministros.

Los protagonistas de la obra tienen una cualidad común, todos ellos fueron la quintaesencia del poder político, es decir Presidentes del Gobierno (como se llama el cargo desde 1967 o del Consejo de Ministros, como se llamó desde 1834 hasta 1867). Ese cargo es la más alta magistratura de España y quien lo ostenta, se sitúa en la cúspide del poder. Conozcámoslos, sabiendo que representan épocas diferentes de nuestra Historia que abarcan desde la Restauración monárquica de 1875 a la Dictadura del General Franco, para llegar a la actual restauración monárquica soportada en la Constitución de 1978.

Por orden cronológico de aparición en nuestro escenario, protagonizan nuestra obra:

  • Antonio Cánovas del Castillo, malagueño (1828/1897), 6 veces Presidente del Consejo de Ministros, además de presidente del Congreso de los Diputados y ministro de Ultramar y Gobernación.
  • Álvaro Figueroa y Torres, madrileño (1863/1950), I conde de Romanones, 3 veces presidente del Consejo de Ministros, además de Alcalde de Madrid, presidente del Congreso de los Diputados, presidente del Senado y Diputado tanto en las Cortes de la Restauración por Guadalajara durante 37 años, como en las de la II República durante 5 años y, en las de la Dictadura durante 3 años.
  • Luis Carrero Blanco, cántabro de Santoña (1904/1973) Presidente del Gobierno y 2 veces Vicepresidente del mismo, además de ministro de la Presidencia.
  • Mariano Rajoy Brey, coruñés de Santiago de Compostela (1955/…) 3 veces Presidente del Gobierno y Vicepresidente del mismo, además de Ministro Portavoz del Gobierno, de la Presidencia, de Interior, de Educación Cultura y Deporte y de Administraciones Públicas y Diputado en las Cortes durante 29 años.

Comienza la representación.

Los dos primeros actos se desarrollan a finales del siglo XIX y principios del XX, forman la primera parte de la representación con el atrezo inicial del escenario. El tercero a finales del tercer cuarto del XX y compone la segunda parte, es de transición y conoce el cambio de atrezo y, el último y cuarto acto, tercera parte es de principios del siglo XXI, ya consolidado el nuevo atrezo en su totalidad. Es decir, el atrezo es prácticamente el mismo en los dos primeros actos. En el tercero está en plena transformación. Y en el cuarto es el actual atrezo que viste el paseo en nuestros días.

PARTE PRIMERA.
ACTO PRIMERO. RESIDENCIA POR MATRIMONIO CON FINAL TRÁGICO. CÁNOVAS DEL CASTILLO 1887/1897.
Nuestro primer actor, don Antonio, aparece en el escenario, por casarse en segundas nupcias con Joaquina de Osma y Zavala en 1887, cuyos padres poseían la finca más septentrional del escenario.

Estos suegros como regalo de boda ofrecieron a su hija y novia de don Antonio, la finca que lindando por el oeste con el paseo de la Castellana, daba la vuelta hacia el este, por la calle de Diego de León en la Glorieta del Obelisco -actualmente de Emilio Castelar, también presidente- y subiendo volvía a girar hacia el sur por dicha calle –hoy se denomina Hermanos Bécquer- hasta la calle Serrano, donde tenía la entrada. El lindero sur de la propiedad coincide con el actual límite de la embajada de los Estados Unidos de América con el edificio que ocupa el Registro Mercantil de Madrid.

En dicha finca, el padre de la novia -Joaquín de Osma y Ramírez de Arellano- había edificado un palacio y la madre ostentaba más títulos que patrimonio. Él, era limeño, de familia de origen colonial y nacido cuando Perú, formaba parte de la Monarquía. El gobierno peruano le nombra ministro de Relaciones Exteriores y después Plenipotenciario en España, donde su enorme patrimonio tuvo que ver con el boom del guano.

La finca había sido huerta y el espléndido jardín que en ella se recrea alrededor del palacio, hace que sea conocida como la Huerta de Cánovas. Al estar en pendiente, se distribuye en terrazas con estanques de mármol y rincones melancólicos, sin perder su producción de flores y frutas, destacando las fresas con las que agasajan a sus invitados.

Al habitarla don Antonio, las fiestas y banquetes ofrecidos crecen en importancia social y en uno de los pabellones instala su biblioteca. Cuando era invitado a las fiestas, don Emilio Castelar, también Presidente del Consejo de Ministros durante la I República, como no era rico, prefería pedir prestado el vehículo por avergonzarle ir en uno alquilado, y para llegar atravesaba la glorieta que luego fue renombrada con el suyo.

Tras diez años de residencia, Cánovas es víctima de un atentado terrorista al ser asesinado en 1897 por un anarquista italiano que pretende vengar agravios a correligionarios suyos. Desaparece de forma trágica de nuestro escenario.

Antonio Cánovas del Castillo, nació en Málaga el 8 de febrero de 1828 y murió en Mondragón, Guipúzcoa un 8 de agosto de 1897. Considerado el mayor artífice del sistema político de la Restauración, convirtiéndose en el máximo dirigente del Partido Conservador, que él mismo creó. Ejerció el cargo de presidente del Consejo de Ministros en seis ocasiones. Bajo su gobierno se aprobó la Constitución de 1876 y el Código de Comercio, que crea el Registro Mercantil desde el 1 de enero de 1886.

Hijo de maestro, alternó sus estudios con su afición al periodismo y a la Historia -en 1854 publicó su obra Historia de la decadencia española- , a la vez que inicia su carrera política como miembro de la Unión Liberal y es elegido diputado por Málaga. Se encarga en 1874 de preparar la vuelta del que sería Alfonso XII, hijo de Isabel II, inspirando un sistema bipartidista donde los fraudes electorales periódicos, apoyados en el caciquismo harían posible la alternancia en el poder, como medio de disipar tensiones.

En 1901, Alfonso XIII concedió a su viuda Joaquina de Osma y Zavala el título de duquesa de Cánovas del Castillo.

Su legado, ha sido recientemente revivido por el Partido Popular, que a través de la Fundación Cánovas del Castillo, establecida durante la dirección de Manuel Fraga, como referente ideológico del espacio político que se encuentra cómodo dentro del conservadurismo/moderantismo y encaja con la democracia y la monarquía parlamentaria. Bajo la presidencia del partido de José María Aznar, se integró con otras fundaciones en la fundación denominada FAES en 2002.