“En los días soleados”, por Francisco Estepa Vílchez.

Francisco Estepa Vílchez.

Al estar viviendo en un país con más de 40 millones de personas y más de 8.000 municipios, lo lógico es contar con una organización territorial y una administración pública que permita gestionar las necesidades de todas esas personas, dependiendo de cada zona o territorio. Hay cuestiones que comparten los vecinos de La Gomera (Canarias) y los de Torredelcampo (Jaén), pero también hay necesidades que no tienen nada que ver entre ambos municipios. Por eso contamos con diferentes niveles en la administración pública: ayuntamientos, diputaciones, comunidades autónomas y el Gobierno de España. Para cada ámbito de competencias, contamos con una estructura política y de administración pública para atender sus necesidades y además a los gobiernos de cada nivel los elegimos entre todos de forma periódica. Únicamente al Jefe del Estado no lo podemos elegir cada 4 años y solamente cambia cuando el que está, decide marcharse y le reemplaza su heredero o heredera.

Y esta estructura política y territorial, para algunos es muy mala y llegan a manifestar en el Congreso de los Diputados que un Gobierno de 40 años, resultado de un golpe de Estado, es mejor. Afortunadamente para la gran mayoría de españoles y españolas este modelo les parece mejor que el modelo anterior a la Democracia y además de ser un modelo que permite estar más cerca de los problemas en cada zona o territorio, es un modelo que permite evaluar la gestión política de los dirigentes elegidos de forma democrática y periódica.

Ahora, cuando vemos los resultados en la gestión de la crisis por la COVID19, tanto de la política del Gobierno nacional, como de los gobiernos regionales según sus competencias y con sus grandes diferencias, nos podemos dar cuenta de cuales son más eficaces y cuales son un verdadero desastre para la salud de la población y para la economía de sus territorios. Otra cuestión son los ayuntamientos, la administración más cercana al ciudadano, que habiendo de diferentes colores políticos, están supliendo en muchos casos la incompetencia de algunos gobiernos regionales.

Lo que está pasando en la Comunidad de Madrid que ha recibido 3.400 millones de euros del Gobierno de España para la COVID19, desde Andalucía me parece inaudito y difícil de creer, aunque aquí también vamos por un camino que cada día nos acerca más a una situación de colapso sanitario, descontrol  y privatizaciones. Ambas comunidades, no lo olvidemos, están lideradas por el Partido Popular y mantenidas con el apoyo de Ciudadanos y la falta de iniciativas políticas eficaces, me hace pensar en la escasa capacidad y nivel de sus gobernantes para estar a la altura en situaciones con el “viento en contra” y es ahora cuando los votantes deberíamos tomar nota y no olvidarnos cuando pase esta tempestad, porque hacer promesas y gobernar el barco en los días soleados es muy fácil.

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