Todo apunta a que Italia irá a elecciones anticipadas después de que Mario Draghi, primer ministro italiano, no contara con el apoyo de sus socios.
El también ex presidente del Banco Central Europeo se sometió este miércoles a una cuestión de confianza en el Senado.
Se planteaba que Draghi continuara al frente del Ejecutivo de Italia. El primer ministro italiano había condicionado su continuidad al respaldo de la Cámara Alta.
Superó la moción, pero sus socios de Gobierno se ausentaron de la cita. El Movimiento 5 Estrella (M5S), su aliado, hizo lo mismo la semana pasada en una votación vital para el país, también en el Senado, que ganó.
Se trataba de aprobar por la vía rápida un paquete de medidas para combatir la inflación. Lo sacó adelante sin el M5S.
“El pacto de confianza que subyace a la acción de Gobierno ha fracasado”, señaló entonces.
Aquella ausencia llevó a Draghi a presentar su dimisión. Consideró que “la mayoría de la unidad nacional que ha apoyado al Gobierno desde su creación se ha ido”.
Sin embargo, Sergio Mattarella, presidente de Italia, la rechazó. Trataba de ganar tiempo, de ese modo, para intentar solucionar el desencuentro y, con ello, la convocatoria de elecciones.
Así, el primer ministro se mostró dispuesto este miércoles a continuar al frente del Ejecutivo. Pero sólo lo aceptaría si se solventaban las disputas en el seno de la coalición de gobierno.
“Es necesario un Gobierno firme y cohesionado”, trasladó, para luego pedir su apoyo al Parlamento.
Este miércoles, Draghi ha sacado adelante la cuestión de confianza con 95 votos a favor y 39 en contra. No obstante, este resultado queda en un segundo plano por la ausencia de los tres principales partidos. Es decir, Liga, Forza Italia y M5S.
Si nadie lo remedia, Italia irá a elecciones después del verano.