Entró en erupción violentamente en la tarde del domingo.
Según las autoridades guatemaltecas, a primeras horas de la tarde de ayer al menos 33 personas habían muerto a consecuencia de la violenta erupción del volcán de Fuego. Sergio García, máximo responsable de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, Conred, ha informado de que una veintena de personas han resultado heridas, 3.100 han tenido que ser evacuadas y 1,7 millones de ciudadanos se han visto afectados por la explosión. No se conoce el número de desaparecidos y de refugiados. En el caserío El Rodeo de Escuintla se produjeron siete de las muertes, además de dos bomberos y dos personas que no respetan los cordones de seguridad. Jimmy Morales, presidente de Guatemala, compareció en rueda de prensa acompañado de su ministro de Gobernación, Salud Pública y Defensa.
De acuerdo con los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología, esta segunda erupción en 2018 del volcán de Fuego es la mayor de los últimos años, arrojando ceniza a 10.000 metros de altura sobre el nivel del mar. El director de Vulcanología, Eddy Sánchez, ha advertido de los peligros a medio plazo, como la contaminación del agua en las poblaciones afectadas por la ceniza y que los drenajes colapsen por la arena arrastrada por el agua de las lluvias. Asimismo, Carlos Enrique Soto, ministro de Salud Pública y Asistencia Social, ha informado de que 15 personas han sido internadas a causa de quemaduras por la lava, “entre ellos hay cuatro niños graves, con quemaduras de tercer grado”, precisó.
Información y fotografías falsas
El presidente convocó una junta de gabinete para evaluar la declaración del estado de excepción en las tres provincias vecinas del volcán que han resultado especialmente afectadas. En la rueda de prensa se advirtió a la población de que en las redes sociales se está vertiendo información exagerada de la tragedia con, incluso, fotografías de archivo y de catástrofes no sucedidas en Guatemala. La lluvia de ceniza ha alcanzado a varias provincias del país centroamericano a tal punto de que las autoridades de Aeronáutica Civil se han visto obligadas a cerrar el aeropuerto internacional de La Aurora a fin de “garantizar la seguridad de aeronaves y pasajeros” y cinco vuelos internacionales con destino Guatemala fueron desviados a El Salvador.
El volcán de Fuego tiene una altitud de casi 3.800 metros y se encuentra a 35 kilómetros al suroeste de la capital, entre las provincias de Escuintla, Sacatepéquez y Chimaltenango. En septiembre de 2012 obligó a evacuar a unos 10.000 habitantes y hubo una primera erupción en 2018 el pasado enero.