“El turismo procedente de China es ya el que más gasta del mundo”, por Francisco Villanueva Navas.

Francisco Villanueva Navas.

Francisco Villanueva Navas · @FranciscoVill87. Economista y periodista financiero.
El 8 de enero terminó en China la cuarentena obligatoria para los turistas que llegan del exterior, y los ciudadanos de la República Popular podrán renovar sus pasaportes para viajar al mundo; y de esta manera concluyó la prohibición imperante en los últimos 3 años en la segunda economía del sistema global y la otra superpotencia del planeta junto con EE.UU.

En la etapa pre-pandemia (2019), viajaron al exterior 155 millones de turistas chinos, superando el promedio de los 10 años previos. Hay que agregar que cada turista chino gastó en ese periodo 8.700 dólares por viaje y por persona, que es más que lo que hicieron los turistas alemanes y norteamericanos, tradicionalmente a la cabeza del turismo mundial hasta ese momento.

Los viajeros chinos al exterior provienen de una clase media integrada por más de 500 millones de personas, que disponen de ingresos comparables a los norteamericanos (40.000/50.000 dólares anuales), y que aumentan 8,1% por año.

Conviene señalar, por último, que los ingresos disponibles de esta clase media, más allá del consumo elemental destinado a cubrir los gastos de alimentación, vivienda y salud, se elevan 15,5% anual; y como una muestra del aspecto civilizatorio de la acumulación capitalista hay una tendencia creciente entre los consumidores chinos a invertir en bienes culturales, como es la educación más avanzada, los viajes, y el dominio de idiomas.

Todo esto en un mundo como es el chino que es el más digitalizado del mundo, y en el que el número de usuarios de Internet supera este año los 1.100 millones de participantes, en una población de 1.440 millones de habitantes.

Análisis del sector turístico afirman que el nivel del turismo chino en el exterior que se logró en 2019 se recuperará plenamente a partir de mayo de 2023, y que desde allí crecerá aceleradamente por encima de los niveles de hace 4 años, debido a que la carencia de este periodo provocada por la pandemia ha sido también una fuente de ahorro verdaderamente extraordinaria.

Trip.com, la principal agencia de viajes de la República Popular, prevé un alza de 250% en las reservas al exterior a partir del 8 de enero; y estima al mismo tiempo que las ventas de pasajes aéreos a Europa y EE.UU. se triplicarán en la segunda mitad del año respecto a sus niveles récord de 2019.

Al mismo tiempo, el consumo doméstico de la República Popular guiado por una verdadera explosión del turismo interno, parece volar. Por eso, el City Bank China prevé un alza de 11% respecto al año pasado, lo que significa más de 7 billones de euros, o lo que es igual la tercera del incremento del PIB de la República Popular por año.

En los próximos 3 meses, estiman los bancos extranjeros, la crisis provocada por el Covid-19 estaría completamente superada, lo que significa que el turismo internacional y doméstico recuperaría los niveles de 2019, y a partir de allí tendería a crecer rápidamente.

Hace 4 años los turistas chinos gastaron en el exterior más de 280.000 millones; e invirtieron en bienes de lujo más de 90.000 millones, de lejos la mayor cifra del sistema global.

También se prevé una multiplicación de los viajes de negocios al exterior. Así, por ejemplo, sólo en diciembre fueron más de 15 las grandes ciudades chinas que contrataron vuelos chárter para llevar a sus empresas a vender en Europa y Medio Oriente. De ahí que se prevea en la economía mundial un auge fenomenal de las compras y fusiones de las compañías chinas en el exterior, sobre todo en las actividades industriales y de alta tecnología.

Muy revelador resulta lo ocurrido con la industria farmacéutica japonesa, que en base a la experiencia de 2019 se prepara para una explosión de ventas de sus productos debido al afán insaciable de los turistas chinos para adquirirlos; y de ahí que hayan estimado prudente triplicar su producción farmacéutica en 2023.

La Organización Mundial de Turismo estima que 57% del gasto de los turistas chinos en el exterior se destinará este año a compras y alimentación, previéndose un aumento de 10 puntos, o quizá más, en los próximos 2 años. Es evidente que el efecto atracción vía admiración de China en el mundo es cada vez mayor; y se deriva de su extraordinaria capacidad de crecimiento y transformación, siempre dentro de una excepcional estabilidad política y social, obra notoria de un consenso interno y de un sistema político de elevadísima legitimidad.

Pero no cabe duda que el gasto de sus turistas en el exterior, que vuelve a adquirir su total plenitud en 2023, es un componente fundamental de la imagen y del atractivo de la República Popular en el mundo de hoy.

Por eso es altamente probable que la idea de una “amenaza china” incluso de tipo existencial para Occidente puede hacerse añicos en el periodo que ha comenzado el 8 de enero.

En ejercicio de su plena autonomía estratégica Francia ha proclamado que los turistas chinos son bienvenidos en la cuna de la cultura europea. No hay allí preocupación alguna por la vigencia de China como amenaza para Occidente.

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