Por los delitos de malversación, prevaricación, fraude a la administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias.
La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo confirmó ayer la condena a Iñaki Urdangarin, marido de la Infanta Cristina. Lo hace rebajando la pena en cinco meses, impuesta por la Audiencia de Palma en febrero de 2017, y le absuelve del delito de falsedad en documento público. Por tanto, su condena se fija en 5 años y 10 meses de cárcel. También condena a Diego Torres, exsocio del cuñado del rey Felipe VI, a 5 años y 8 meses. Asimismo, mantiene la responsabilidad de partícipes a titulo lucrativo de la infanta Cristina y de Ana María Tejeiro, esposa de Torres. La cuantía que debe abonar la infanta se reduce a 136.950 euros, en vez de 265.088. El alto tribunal confirma, también, la condena a Jaume Matas, ex presidente balear, de 3 años y 8 meses de prisión.
Ahora, le corresponde a la Audiencia de Palma ejecutar la sentencia y podría decretar directamente la entrada en prisión de Urdangarin. Sin embargo, la defensa puede pedir el indulto o recurrir en amparo al Tribunal Constitucional, solicitando a la Audiencia dejar en suspenso el ingreso en prisión hasta que el más alto tribunal decida si admite a trámite el recurso.
¿Entrada en prisión?
Si la Audiencia acepta la solicitud, podrían darse varios escenarios respecto a la decisión del Constitucional. Por un lado, que no admita el recurso, lo que supondría el encarcelamiento inmediato del cuñado del rey. Por otro, que lo admita y que Urdangarin sigua en libertad hasta que decida sobre el fondo del asunto, lo que puede llevar años. Por último, de lo admita, pero ordene su entrada en la cárcel hasta dictaminar sobre el recurso. Este último supuesto es el que el Constitucional suele ordenar, como criterio general, cuando la condena supera los cinco años de prisión, como es el caso.