En la actualidad está en el 45% a partir de 60.000 euros de renta.
En unas declaraciones a la Cadena COPE, María Jesús Montero, ministra de Hacienda, adelantó ayer que están estudiando un aumento de entre el 51% o el 52% para las rentas superiores a 140.000 ó 150.000 euros. Así, detalló que el tipo más alto actual es del 45% a partir de 60.000 euros y que en las comunidades que han llevado el tramo autonómico al máximo se sitúa en el 48%. Es en este porcentaje en el que podría sumarse “tres o cuatro puntos”.
La ministra dijo que el tipo del 52% no es confiscatorio y explicó que el contribuyente no te gusta toda la renta obtenida por el último tramo, sino que en cada intervalo de renta se aplica el correspondiente tipo.
Por tanto, las rentas superiores a 140.000 euros tributarían de media un IRPF de alrededor del “31%, al 32% o al 33%”. El 52% solo sería sobre lo que esté por encima de los 140.000 euros. Precisó que aún se están ajustando los detalles de esta subida que tan solo afecta a “un colectivo que no llega al 0,5% de los contribuyentes”.
“El rango es pequeño y la recaudación no es significativa, no tiene afán recaudatorio, está más en el marco de la negociación con Unidos Podemos. Para ellos era importante plantear que las grandes ventas también van a contribuir más”, señaló.
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, dijo anteayer qué los ricos en España no pagan IRPF. Montero respaldó está afirmación. Sólo el 0,5% de los que pagan IRPF tienen rentas superiores a los 140.000 euros, índico, puesto que los grandes patrimonios utilizan una “ingeniería fiscal” mediante figuras “perfectamente legales”, pero que no declaran mediante el IRPF, que se centra más en las rentas del trabajo que en las del capital.
La titular de Hacienda reitero que el Ejecutivo no subirá los impuestos a la clase media y trabajadora, ni a los autónomos, ni a las pymes, sino que pretender un mayor esfuerzo de las grandes corporaciones, grupos empresariales y grandes patrimonios con el fin de “proteger” a los ciudadanos.
Por otro lado, se refirió al impuesto a las grandes tecnológicas y a las transacciones financieras, así como los nuevos impuestos medioambientales, el tipo mínimo del 15% en el Impuesto sobre Sociedades y la anunciada subida del IRPF para situar todas estas medidas dentro de una “fiscalidad del siglo XXI”.
Entre los medioambientales figura el impuesto al diésel. En este sentido, señaló que los expertos han hecho la propuesta de que se equipare de manera “progresiva” la tasa del diésel y la gasolina, pero “no se hará de una sola vez”, aunque sí progresivamente con el fin de que este carburante sea lo menos agresivo con el medioambiente.
Por último, hizo referencia a las sicavs. Montero aseguró que el Gobierno no pretende acabar con esta figura, sino someterla a un “mayor control” para que no se utilice para ocultar patrimonios. “Cumplen con una utilidad y hay que asegurarse de que se usan para ello”. Destacó que “hay que someterlas a mayor control, pero tienen una utilidad con una finalidad lógica, por lo que no se trata de eliminar las del todo, sino de corregir lo que no funciona e inspeccionar y poner controles”.