Por “crímenes de lesa humanidad y violación de Derechos Humanos”.
“En cuanto a la intervención militar para derrocar a Nicolás Maduro, no debemos descartar ninguna opción”. Así se manifestó ayer Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos, OEA, porque, según ha señalado, en Venezuela el presidente Maduro “está perpetrando crimenes de lesa humanidad y violación de Derechos Humanos” y generando “sufrimiento de la gente en el éxodo inducido que está impulsando”.
El secretario general de la organización encabezaba ayer una comisión en Cúcuta, una localidad muy cercana a la frontera con Venezuela en Colombia. El objetivo es realizar un informe definiendo los mecanismos de cooperación que pueden destinarse a este país como receptor de inmigrantes venezolanos.
También viajará a otros países receptores, como Perú, Ecuador y Brasil y así definir las ayudas económicas necesarias para afrontar la alta inmigración que están experimentando.
Almagro lleva en Colombia desde el miércoles. Se reunió con Iván Duque, presidente colombiano, y en la jornada de ayer fue acompañado por Carlos Holmes Trujillo, canciller de Colombia, y por José Manuel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch, además de otros organismos estatales del país.
El secretario general señaló que llega a Cúcuta a “revisar la situación humanitaria, porque esta región es el reflejo de las mentiras del régimen. Acá se ejemplifica el hambre, la miseria y la represión que genera la dictadura venezolana”.
William Villamizar, gobernador del departamento de Norte de Santander, indicó durante la visita que, en los últimos cinco años, cerca de 20 millones de venezolanos han atravesado por algún punto de los 2.200 kilómetros de frontera entre Colombia y Venezuela. Alrededor de tres millones se han quedado en territorio colombiano.
En cambio, hace unas semanas, el organismo estatal migración Colombia Citroën cerca de 1,3 millones de venezolanos los que permanecen en el país, contando tanto a los legales como a los ilegales. A pesar del alto número de inmigrantes no se han producido protestas ni brotes xenófobos.