“El rumbo de la historia”, por Francisco Estepa Vílchez.

Francisco Estepa Vílchez.

Afortunadamente hoy vivimos en un país democrático, plural y tolerante, con una Constitución que nos hace iguales en derechos, pero que aún no nos hace iguales en oportunidades. La igualdad de oportunidades entre los españoles y españolas, depende de las políticas del gobierno de turno, ya sea nacional, regional o municipal y por eso creo que es importante conocer las políticas de cada partido y su compromiso con la igualdad de oportunidades o con el mantenimiento de clases sociales y la defensa de los privilegios de unos pocos. Pero más importante es conocer a las personas que están al frente de los partidos políticos y que nuestro futuro pueda depender de sus convicciones con las políticas que dicen defender y su honestidad.

En mi vida, como a todos, han ocurrido acontecimientos que han ido marcando mi personalidad y forjando mis convicciones. Pienso que quienes más sufren en la vida, pueden ser más sensibles al sufrimiento ajeno o bien, también pueden volverse insensibles y egoístas para buscar su felicidad sin preocuparse por la angustia a su alrededor. Es una opción personal. En el otro extremo, quienes siempre lo han tenido fácil y siempre han tenido las puertas abiertas, dedicando sus esfuerzos a perpetuar esos privilegios frente a quienes puedan ser más trabajadores o más inteligentes que ellos pero que no tienen padrinos, son más insensibles al dolor y el esfuerzo de quienes tienen que trabajar duro para tener una oportunidad.

Es en esa capa de la vida que no se puede ver hasta que tienes cierta edad y has vivido determinadas experiencias que te abren los ojos, cuando empiezas a conocer a las personas por dentro, sus motivaciones, sus valores y sus ambiciones. Es aterrador descubrir cómo son por dentro algunas personas de las que estamos rodeados, pero también es esperanzador que no todas son iguales y en la política, volviendo al principio, es importante ver el interior de las personas y descubrir sus verdaderos valores, aunque algunos traten de ocultarlos tras una sonrisa.

Existe mucha desafección hacia los políticos y algún otro personaje público. El engaño y la falsedad con la que algunos tratan de aprovecharse o de defender sus privilegios, tarde o temprano es descubierto y entonces esa mancha salpica a todos los demás, porque es más fácil generalizar y no complicarse la vida en pensar y utilizar la inteligencia. No hace falta que recuerde algunos de los casos de corrupción que hoy día preocupan a España, pero si prestásemos más atención a conocer a quienes dirigen nuestro destino, aunque algunos se oculten tras una imagen de bondad y humildad, a lo mejor el rumbo de la historia podría cambiar.

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