Vuelve el racismo y la xenofobia a Sudáfrica después de que haya muerto o al menos 12 personas. Así lo ha denunciado el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), que ha mostrado su preocupación por la escalada de violencia contra extranjeros, migrantes o no, refugiados o solicitantes de asilo.
La situación es especialmente preocupante en Katlehong, cerca de Johannesburgo, la capital sudafricana. De acuerdo con lo señalado por Charlie Yaxley, portavoz de ACNUR, alrededor de 1.500 personas y las líneas de ayuda de la agencia de Naciones Unidas.
Numerosas casas y negocios de extranjeros han sido incendiados. Además, se ha incrementado la actividad de bandas criminales y los casos de violencia sexual y de género.
Yaxley afirma que “muchos extranjeros en Sudáfrica tienen miedo de ir a trabajar y seguir con su día a día, aunque no tenga ninguna otra fuente de ingresos”. Son los refugiados y solicitantes de asilo de los más vulnerables por la falta de documentación y acceso a servicios básicos.
Cerca de 800 personas han ido a refugiarse a los centros comunitarios de Katlehong y más de 500 han vuelto o a su lugar de origen, entre ellos, malauíes, mozambiqueños, nigerianos y zimbabuenses.
El portavoz ha indicado que “la agencia está fortaleciendo su presencia operativa y de respuesta en Sudáfrica para garantizar la seguridad de los refugiados”. Trabaja con el Gobierno sudafricano, ONGs de Derechos Humanos, sociedad civil y otras agencias de Naciones Unidas.
Además, ACNUR envía personal y equipos para asistir con tratamientos psicosociales, refugio y ayuda legal. También se ha tomado contacto con las comunidades de acogida con el fin de fortalecer la cohesión social. Expertos en protección de la infancia y prevención de la violencia sexual llegarán próximamente.
La agencia de la ONU ha hecho un llamamiento a las autoridades del país para que adopten todo tipo de medidas con el fin de garantizar la seguridad y el bienestar de las personas. Pide que no se ahorren esfuerzos para detener el incremento de la violencia. También, que quienes han cometido actos criminales respondan ante un tribunal.
Para ACNUR es urgente la implementación del Plan de Acción Nacional para Combatir el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y la Intolerancia.
“Aquellas personas con voz en la escena pública tienen la responsabilidad de asegurarse de que su lenguaje no empeora la situación y de que los migrantes no se convierten en chivos expiatorios para retos socio-económicos complicados”, concluye Yaxley.