En todos los pueblos existen costumbres y celebraciones extrañas, como por ejemplo, es el caso de la tomatina. Pero también hay algunas costumbres que nos pueden dejar absolutamente sorprendidos, la costumbre existente en la tribu Yanomami de Brasil y Venezuela de comer cenizas de los muertos, como ha informado El Confidencial.
Si esto fuera poco, hay un pueblo en el cual se congratulan de la fealdad. Ese pueblo es un lugar escondido en un valle en los Apeninos. Se llama Piobbico y, a continuación, podremos conocer algo más de esa villa.
Es un pueblo medieval, con edificios de piedra rodeado de frondosos bosques. Una localidad hermosa, en un enclave idílico, pero que resalta por la fealdad de sus habitantes.
En 1879 se ubicó en esta ciudad el ‘Club dei brutti’ o ‘Club de los feos’, asociación que defiende en su lema que “una persona es lo que es y no lo que parece”. Sus comienzos fueron los de una idea utópica pero ha llegado a convertirse en un movimiento mundial y la ‘Asociación Mundial de Gente Fea’ tiene ya más de 30.000 miembros en 25 puntos del planeta.
Resulta paradójico que la fealdad se celebre en una ciudad preciosa. Giovanni Aluigi ha presidido la asociación durante ocho años y ha declarado “nuestro lema es que la fealdad es una virtud, la belleza, esclavitud”. Esta asociación no sólo se utilizaba para catalogar a las personas según su aspecto físico, sino que, en un principio, era utilizado como un servicio para buscar pareja a las mujeres de la localidad.
Desde la villa, pretenden poner en valor que la belleza interior está por encima de la belleza física. Así pues, en el año 2007, se inauguró en Piobbico una estatua dedicada a las personas feas del lugar.
El primer domingo de septiembre se celebra el Festival Anual de Feos, y se celebra de la mejor forma posible: con música, trufas, pasta y mucha cerveza.
Piobbico, ‘Club dei brutti’, feos