Según el INE ha crecido su número más de un 24% desde 2006.
A través de una proposición no de ley, el PSOE reclama al Gobierno que se extienda el reconocimiento de familia numerosa a las monoparentales, de forma que puedan recibir las mismas ayudas. Al dato aportado por el Instituto Nacional de Estadística, INE, se suma el de la Fundación Adecco, que afirma en su último informe, de octubre de 2017, que el número de familias de estas características son casi dos millones, a la vez que los socialistas aseguran que en el 82,7% de los casos, la mujer es quien encabeza la familia. Además, cabe señalar que el 51% de estas mujeres están desempleadas o con trabajo en economía sumergida y solo un tercio de las inscritas como demandantes de empleo reciben algún tipo de prestación.
Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, advierte que “el desempleo tiende a cronificarse en el caso de las mujeres”, que reivindican “más protección social y beneficios fiscales”, y de ahí que se deban tener en cuenta “criterios de renta per cápita tanto para las familias monoparentales como para las que en la actualidad ya se encuentran contempladas en la legislación vigente”. “Es importante tener en cuenta criterios de renta a la hora de valorar el acceso de las familias a determinados bienes y servicios, para garantizar una distribución justa de la riqueza y con el fin de optimizar la protección de las familias”, señala la propuesta.
Ya hay un plan que prioriza a las familias monoparentales
Para los socialistas, “es necesario que la monoparentalidad deje de asimilarse a pobreza y exclusión”, por lo que es imprescindible una ley unitaria de carácter estatal sobre esta materia. De hecho, cabe decir que existe un Plan Integral de Apoyo a la Familia 2015-2017 en el que las familias monoparentales están incluidas entre los colectivos de atención prioritaria, en especial aquellas que ya están en situación de dificultad social o vulnerabilidad. “Contiene previsiones en el área de protección social y económica, conciliación, apoyo a la maternidad y al ejercicio positivo de las responsabilidades parentales, educación, vivienda y otros”, pero, a pesar de ello, “todo sigue igual”.