En cambio, Feijóo y el alcalde de Málaga se desmarcan de los populares.
En una entrevista en Los Desayunos de La1, Fernando Martínez Maíllo, coordinador nacional del PP, ha dicho que “este Gobierno quiere ser más efectista que efectivo”, en relación a la oferta hecha por Pedro Sánchez, presidente del Ejecutivo, para acoger al buque Aquarius con 629 migrantes. “Cuando hay vidas humanas en juego, es el derecho del mar proteger a personas que están completamente a la intemperie y que pueden morir en cualquier momento”, continuó diciendo. Sin embargo, lanzó una advertencia: “Cuidado con esto porque al final el mensaje de que España puede ser el coladero para la inmigración ilegal es un mensaje muy peligroso porque hay miles de inmigrantes y refugiados esperando a cruzar el mar o la frontera para llegar a Europa, que considera que les va a dar nuevas oportunidades”.
No es el único en la formación conservadora que opina siguiendo esa línea. Javier Maroto, vicesecretario de Acción Social de los populares, ha dicho en RNE: “¿Qué va a hacer Sánchez si mañana hay otro Aquarius? ¿Y si mañana hay una crisis en la valla de Melilla? ¿Actuar individualmente y levantarla?” en opinión de Maroto, “tomar decisiones de manera aislada puede suponer, sin duda, una buena acción, pero también sentar precedentes que pueden tener consecuencias”. “A un dirigente se le pide un plan que pueda explicar, que sea coherente y posible”, aseguró.
“Es importante no hacer demagogia”
Así se ha manifestado Pablo casado, vicesecretario de Comunicación del PP, que ha dicho que “en este caso del Aquarius, todos tenemos esa sensación de encogimiento. ¿Cómo esta gente no puede llegar a buen puerto arriesgando su vida?” “El monopolio de los buenos sentimientos y la solidaridad no es de ningún partido ni de ninguna ideología. Es importante no hacer demagogia”, continuó. Casado ha insistido en la necesidad de una política coordinada en Europa ante los flujos migratorios. “No es cuestión de acoger a 100 familias en Madrid o a 500 en Valencia, lo cual ahora es una cuestión de urgencia, sino qué hacer con esos flujos que llegan a Europa y que no van a cesar si no hay una política coordinada, y que van a ser de decenas de miles de personas”. También advirtió del problema que las mafias “que emplean estas noticias para incrementar su extorsión”.
Por su lado, Xavier García Albiol, líder del PP catalán, sostuvo que “la decisión es adecuada, pero no se puede convertir en algo habitual y reiterado en el tiempo”. “España no se puede convertir en una gran ONG a donde todo el mundo pueda venir”, avisó. Para justificar esa afirmación dijo que “los recursos económicos son limitados, por lo tanto, España no tiene capacidad económica para acoger a todas las personas que ciertamente lo necesitan porque están en una situación de penuria, o, en este caso, son refugiados de una crisis humanitaria”.
Como no podía ser de otra manera, Rafael Hernando, portavoz parlamentario del PP, sostuvo que el Gobierno de Rajoy rescató a más de 5.000 migrantes “y lo hizo sin propaganda ni publicidad”. El también diputado por Almería acusó a la vicepresidenta del Gobierno de mentir: “La vicepresidenta miente cuando dice que España es el territorio más cercano a la embarcación”. También insistió en una política europea coordinada: “Hay que ser humanitarios, responsables y prudentes. Pedimos al señor Sánchez que el próximo Consejo Europeo intenta alcanzar una política común de la Unión Europea para hacer frente al problema de las migraciones”.
Galicia y Málaga se ofrecen
Pero no todos en la formación conservadora son de la opinión oficiosa de los populares. Al menos por los actos. En la mañana de ayer la Xunta de Galicia comunicó al Gobierno central su disposición a acoger a parte de las personas del Aquarius. Igualmente, Francisco de la Torre, alcalde de Málaga, también se mostró dispuesto a recibir a 30 personas de las que viajan a bordo del navío. José Manuel Rey Varela conselleiro de Política Social de la Xunta gallega, confirmó en declaraciones a la prensa la decisión tomada por el Ejecutivo de esa comunidad.
Alberto Núñez Feijóo, presidente del Gobierno gallego, activó “a primerísima hora de la mañana” de ayer los protocolos de coordinación con el Gobierno central para la acogida de refugiados e inmigrantes y puso a su disposición los medios gallegos. “Estamos hablando de una cuestión humanitaria y en estas cuestiones tenemos que demostrar que estamos todos unidos en torno a las personas”, destacó Rey Varela. Alfonso Rueda, vicepresidente de la Xunta, insistió en que “se ha hecho lo que se tenía que hacer” y valoró como “un acierto atender” esta petición humanitaria.
Por su parte, De la Torre, que anunció su ofrecimiento en Málaga a través de su cuenta de Twitter, recordó que a lo largo de 2017 las plazas que la ciudad andaluza cede a ONGs para acoger a refugiados recibieron a 510 personas. “Si hay más fondos del gobierno, podrá incrementarse el número de atendidos por entidades”, señaló.
Creo que en este preciso caso no podemos estar en desacuerdo porque, si es un caso puntual y de gran urgencia, no ha lugar a otra cosa que lo que ha hecho este gobierno y que ha recibido el parabién de toda la comunidad. Solamente quiero decir que me esperaba las reacciones de algunos dirigentes del PP apuntando ya al efecto llamada y a la falta de solidaridad, con el pretexto del límite económico, que ya han dicho, como no podía ser de otra forma, viniendo de donde procede. Creo que esto nos tiene que servir para dejarnos de falsedades y abordar este efecto (Que no fenómeno) desde donde realmente procede y por toda la comunidad de países que la causan y que ahora sufrimos las consecuencias. Hay que abordar el asunto y arreglarlo desde su raíz: los países que sufren estas guerras como consecuencia de la venta y prueba de armamento que se les vende, hablemos sin falsedades. Retiren las armas y denles herramientas para su desarrollo y no tendremos que seguir quejándonos de las consecuencias. Estas guerras podrían ser reducidas en dos días pero nadie tiene ese interés. Hay otros intereses y tenemos que admitirlo.