El Parlamento Europeo rechaza (de momento) endurecer los derechos de autor

La reforma llevaba dos años de debates.
Con 318 votos en contra, 278 a favor y 31 abstenciones, el Parlamento Europeo ha rechazado la reforma del derecho de autor. En consecuencia, el texto volverá al Pleno en septiembre y se prevé un debate largo y lleno de enmiendas. Se frena, así, una reforma que durante los dos últimos años ha estado llena de controversia. Seguirá, por tanto, en vigor la directiva aprobada en 2001.
Dos artículos son los más polémicos. El 11 y el 13. El primero crea un nuevo derecho para los editores de prensa, de cinco años de duración, que permite autorizar o prohibir a los agregadores de noticias online, como Google News, que publiquen sus contenidos y decidan si quieren cobrar por ello.
El segundo, el 13, toca de lleno a los portales que almacenan contenidos de usuarios y los difunden activamente. Es el caso de YouTube, también con fines comerciales, y se responsabiliza a estas plataformas por aquello que suban sus usuarios, obligándoles a obtener licencias de los propietarios legítimos y a bloquear antes de la publicación cualquier material afectado por el copyright. Estos dos artículos son los que generaban mayor controversia. En cambio, los artículos 14, 15 y 16 gozaban de cierto acuerdo.
En estos casos se pretende garantizar una mayor transparencia, el poder de negociación y remuneraciones justas para los creadores en su relación con los intermediarios, como son las productoras, discográficas o las editoriales.
Pero la verdadera polémica se centra en los mencionados artículos 11 y 13. Respecto al primero, Axel Voss, ponente de la iniciativa y eurodiputado popular, trata de defender que este artículo no afecta a los usuarios, sino solo a los agregadores de noticias. La réplica se la da Julia Reda, del Partido Pirata y principal opositora al proyecto, que asegura que “ya no se podrá siquiera compartir el titular de una noticia”.
Semejante debate enfrenta, también, a Reda y a Voss respecto al artículo 13. Mientras que este insiste en que solo se castiga a los grandes portales de forma que colaboren con los dueños de los derechos, pero que no afecta a los usuarios ni a las plataformas como Ebay o Dropbox, Reda cree que un algoritmo que filtra el contenido pirata acarrea muchos riesgos, de censura, incluso por razones políticas, fallos que bloqueen obras legitimas e incluso los memes.
Así las cosas, de momento la reforma queda paralizada y el debate se centra en las ideas. Mientras que PP y PSOE justificaban el voto a favor en la necesidad de salvaguardar a los creadores y reducir las desigualdades de la Red, Podemos, Izquierda Unida, Esquerra y Ciudadanos lideraban el voto en contra ante el temor de que la reforma llene Internet de filtros y censuras y destruya su propio espíritu. Algunos grupos llegaron a dar libertad de voto a sus eurodiputados.