Stefan Löfven se ve obligado a dimitir.
El Parlamento de Suecia votó ayer en una moción de confianza a la que se sometía Stefan Löfven, socialdemócrata y ya ex primer ministro sueco. El resultado fue de 204 votos en contra frente a 142 a favor del hasta ahora primer ministro. Es la primera consecuencia del nuevo orden surgido después de las elecciones del 9 de septiembre.
El ultraderechista partido Demócratas de Suecia se alió con el principal bloque de centro-derecha, abocando a Löfven a dimitir. Ahora, Andreas Norlen, presidente del Parlamento y perteneciente al Partido Moderado, encargará a otra persona que forme Gobierno. Durante el tiempo que dure el proceso el socialdemócrata continuará como primer ministro en funciones. A priori la opción más probable es que sea Ulf Kristersson, líder moderado, quien reciba el encargo.
En las elecciones de principios de septiembre, se produjo un empate técnico entre el bloque de centro-izquierda y el de centro-derecha, con tan solo un diputado de diferencia, 144 frente a 143, respectivamente. De ahí que el papel que jueguen los demócratas de Suecia haya sido clave para desequilibrar la balanza. No obstante, los ultraderechistas no han aclarado si respaldarán un cambio de Gobierno.
Después de la derrota en el Riksdag, Löfven ha avisado de que “si los partidos de la Alianza intenta gobernar siendo el bloque más pequeño, serán totalmente dependientes de Demócratas de Suecia”. En este escenario, no descarta volver a gobernar si consigue los respaldos precisos. “Quiero liderar un Gobierno con un apoyo más amplio y que nos permita dejar la actual política de bloques”, señaló. Lo que sí descarta es respaldar a la alianza para evitar que la ultraderecha gane influencia.
Por su parte, Jimmie Åkesson, líder de demócratas de suecia, reitero las líneas rojas de su formación, posadas, en esencia, en medidas de control de la inmigración. “Haremos todo lo que esté en nuestra mano para frenar cualquier intento de formar Gobierno, para tumbar cualquier Gobierno, que no nos conceda una influencia razonable acordé con nuestro apoyo electoral”, ha declarado.
Es la primera vez que un primer ministro sueco se ve forzado a dimitir en este tipo de votación. En el futuro inmediato, el presidente del Parlamento dispondrá de cuatro intentos para conformar un nuevo Ejecutivo y, si no se alcanza acuerdo alguno, se convocarán elecciones en un plazo de tres meses.
La ultra derecha sueca en coalición con la derecha han forzado al primer ministro a dimitir. Aunque el presidente del Parlamento dispone de cuatro intentos para formar nuevo Gobierno, pienso que en una nuevas elecciones el primer ministro dimitido saldrá reforzado.