El orgasmo femenino es una reliquia evolutiva

El orgasmo femenino es una reliquia evolutiva

Existen aún enigmas que hemos sido incapaces de resolver, a pesar de los avances, de haber pisado la luna o de hasta modificar el ADN. Uno de esos enigmas, es el orgasmo en la mujer, pues tiene raíces biológicas cuya explicación resulta complicada.

Un grupo de investigadores, liderados por Mihaela Pavličev, y ayudados por antidepresivos y conejos, puede haber encontrado el origen de la que se conoce como “pequeña muerte”. Una vez publicado el estudio en Proceedings of the National Academy of Sciences, hemos conocido que podemos considerar el orgasmo femenino como una reliquia evolutiva, proveniente de un mamífero distante que necesitaba estimular su clítoris para la generación de óvulos.

Las mujeres en edad reproductiva producen óvulos en sus ovarios de modo mensual, por lo que no sería su caso. Tal como traslada Quo. Pero en otras especies de mamíferos, como es el caso de los conejos o gatos, el apareamiento es lo que activa la ovulación. En estas especies, las hembras tienen el clítoris situado muy cerca de la vagina, con lo cual, la estimulación tiene lugar con el apareamiento.

El equipo de Pavličev, hace tres años, habiendo estudiado este patrón tan peculiar, propuso una teoría: en principio, el clítoris era como un cable que, al activarse, avisaba al cerebro que la eyaculación estaba cerca, y ello hacía que se liberase las hormonas que inducen a la ovulación.

Dentro del grupo de los mamíferos, contando a los humanos, en ocasiones se dividen entre los conocidos “ovuladores inducidos” y asumieron el sistema de ciclos mensuales. Según la idea original del orgasmo evolucionó y quedó obsoleto, pasó a estar fuera de la vagina, por lo que era más complicado de estimular durante el acto de copulación. Es por ello que, el orgasmo y la ovulación tomaron caminos distintos.

Con el fin de analizar más en profundidad su teoría, Pavličev consideró que si los orgasmos tenían relación con la ovulación podría existir un medicamento que frenara uno de estos procesos y, a su vez, influyera en el otro.

Realizaron el experimento con antidepresivos, utilizando fluoxetina, ingrediente activo del Prozac, cuyo efecto secundario es la prevención o el retraso del orgasmo en pacientes humanos. Probando ese efecto en un mamífero que aún dependa de la estimulación para provocar la ovulación, el grupo de investigadores administró a 12 conejos hembra fluoxetina, a lo largo de dos semanas. A un grupo de ellos no se le administró el fármaco. Una vez transcurridas dos semanas, se aparearon con un macho (llamado Frank) y a las 24 horas se estudió la producción de óvulos en las hembras. Las que habían tomado fluoxetina produjeron un 30% menos de óvulos que las hembras a las cuales no se les administró.

Pero la pregunta sigue siendo la misma: ¿por qué las mujeres todavía experimentan orgasmos?. “El debate sobre este tema inevitablemente continuará”, apuntó Pavličev en una entrevista. “La falta de orgasmo femenino durante el coito ha sido históricamente interpretada como un problema de las mujeres, pero no lo es. Es una consecuencia de la anatomía femenina, que ha eliminado el clítoris de la vagina,no hay que buscar ningún problema o defecto en este sentido”.

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