Cuando las personas tenemos algún problema, solemos buscar ayuda y a veces la necesidad, la urgencia o la indignación, hacen que nos fiemos del primero que pasa y se autoproclama “experto” en la materia. Somos humanos y hay desaprensivos que se aprovechan de la naturaleza humana para obtener un beneficio a costa de los demás, aunque sea de su salud o de sus derechos. Esto me recuerda a la película “El Médico”, en la que se muestra como serían las cosas hace unos siglos, pero que viendo lo que hoy estamos viendo, parece que no hemos aprendido mucho y siguen saliendo por redes sociales o incluso con minutos en la televisión nacional, personajes que se autoproclaman “expertos” en lo que les pongas por delante.
Si hay expertos de los que podemos fiarnos algo, es de los profesionales que llevan toda su vida estudiando y trabajando en sus disciplinas, ya sean de la salud, educación, seguridad o en cultura, por citar algunas. El reconocimiento y el nivel de experto no lo tiene uno por un pie de foto, es algo que otorga una trayectoria profesional, la comunidad de profesionales del sector e incluso instituciones de reconocido prestigio, que esa es otra. Por eso, cuando veo algún político sacando pecho de su “experiencia” y criticando con efusión a quienes nos gobiernan, me recuerda a la película “El Médico” y que siempre habrá personas que por sus circunstancias personales, podrán pensar que el que grita es más experto que quién gobierna. Yo simplemente pienso que no me fio de los expertos salvapatrias sin reconocido prestigio entre la comunidad. Si hay algo que caracteriza a los sabios, es su humildad y educación.
Este nuevo mundo al que vamos, pienso que es una oportunidad para intentar cambiar muchas cosas que vemos ineficaces en nuestra sociedad. Vemos como ante los problemas, el sector privado sigue pensando sólo en el beneficio económico y ello me parece legítimo y lícito, pero la sociedad necesita del sector público cuando hay que rescatar autopistas, bancos o enfrentarse a un enemigo de toda la humanidad. Ahora el enemigo es un virus que llegó hace unos meses y que erradicaremos algún día, igual que se erradicó la viruela en 1977. Pero hay que estar preparados ante otras amenazas, como el cambio climático, sequias prolongadas en zonas como España, terrorismo internacional o movimientos autoritarios que también son una amenaza para la sociedad democrática en la que vivimos. Como en la película “El Médico”, confío en las personas que de verdad tiene interés en aprender y ayudar a los demás, con humildad y profesionalidad. Desde mi confinamiento, toda mi gratitud a los médicos/as, enfermeras/os y todo el personal que cuida de nuestra salud.