El Gobierno llama al orden al embajador de Bélgica por el apoyo al secesionismo

El Gobierno llama al orden al embajador de Bélgica por el apoyo al secesionismo

Un grupo de eurodiputados visitaron en prisión a Carme Forcadell.
La relación diplomática entre España y Bélgica se deteriora por Cataluña. El Ministerio de Exteriores de España ha pedido seriedad a Marc Calcoen, embajador de Bélgica, y ha presentado las oportunas quejas en el Ministerio de Exteriores de ese país.

Todo empezó con una carta que Han Peumans, presidente del Parlamento belga envío a Carme Forcadell que se hallaba en prisión. El contenido de la carta resulta ofensivo para España, ya que en ella se dice que “el Gobierno central de España no cumple las condiciones para formar parte de una Unión Europea moderna y democrática”.

Esta noticia ha sido confirmada a El País por fuentes del departamento de Exteriores flamenco. Antes se había producido la visita de un grupo de eurodiputados, entre ellos, Mark Demesmaeker, a Carme Forcadell, ex presidente del Parlamento catalán. Fue entonces cuando le hicieron entrega del escrito de Peumans que ha enfadado al Gobierno español.

Según el presidente de la Cámara belga dice que “la violencia usada durante las elecciones (el referéndum ilegal del 1 de octubre) fue la expresión más indignante de una política antidemocrática”. Y suma: “Mantener a políticos arrestados durante meses es un acto aún más insidioso”. Esos son los argumentos que Peumans presenta como “portavoz del Parlamento flamenco” para dar su apoyo a Forcadell. “Quisiera expresar mi apoyo creciente a tus ambiciones de dar al pueblo catalán la oportunidad de elegir su propia identidad”, dice. La carta contiene el membrete de la institución belga y fue enviada a la prisión donde se encuentra la ex presidente del Parlament.

La diplomacia española habló con el embajador para transmitirle las quejas de Josep Borrell, ministro de Exteriores, por el escrito de un representante público. El embajador fue convocado por Aurora Mejía, directora general de Europa Occidental, el pasado 20 de septiembre. En dicho encuentro, se le hizo saber el “profundo malestar” del Gobierno de España por estas palabras, tal como ha confirmado un portavoz de Exteriores después de que Bélgica confirmara la noticia.

Jorge Notivoli, encargada de negocios en la embajada de España en Bruselas, se reunió con la Dirección General de Europa del ministerio de Bélgica. Ese encuentro se celebró a petición de España. Fue entregada una carta al presidente del Parlamento belga. El texto deja claro el malestar de las autoridades españolas: “Que un responsable político de una región de un país de la UE se manifieste desde su puesto institucional insultando a un país amigo y aliado como es España al afirmar que no cumple los requisitos para formar parte de la Unión y -sobre todo- faltando a la verdad, es ya no un gesto inamistoso, sino francamente hostil”. Este escrito está firmado por Notivoli, ya que se acaba de producir el relevo de embajadores en esa plaza y el hecho se produjo precisamente en esos días de cambio.

Sin embargo, el presidente de la Cámara belga se ha reafirmado en sus críticas hacia España por “el encarcelamiento de los líderes del procés”. “No es digno de un Estado democrático”, ha dicho Peumans, miembro del partido independentista flamenco N-VA, en declaraciones a la radio.

En contraposición a las acusaciones sobre la existencia de presos políticos, la carta reafirma que España es “una democracia plena, donde impera la separación de poderes y los jueces son independientes”. Por su parte, España descarta el gesto diplomático rotundo en casos de crisis bilaterales: llamar a consultas a su embajador en Bruselas. Es una medida muy excepcional entre socios de la Unión.

Por parte de Bélgica se confirma que ha existido un contacto entre las autoridades españolas y el embajador belga en esta semana. Las mismas fuentes no quieren pronunciarse acerca del contenido de la carta, pero consideran que la política exterior de Bélgica la diseña el Gobierno federal y no los parlamentos regionales.

Mientras, Esteban González Pons, dirigente del PP en el Parlamento Europeo, ha pedido la actuación del Gobierno central. “Espero que el Gobierno socialista proteste ante afirmaciones de este tipo y defienda la imagen de España como una democracia moderna en la que funciona plenamente el Estado de derecho”, ha expresado a través de un comunicado, anticipándose a la respuesta del ministerio. González Pons termina diciendo: “Al Gobierno de Sánchez le han perdido el respeto en Bélgica”, a pesar de que los reveses diplomáticos empezasen cuando aún estaba gobernando el PP.

La región más rica de Bélgica, tiene simpatías con las instituciones independentistas y ello ha provocado ya bastantes desencuentros entre los Ejecutivos español y belga. También dentro del propio partido belga en el que se sustenta el Gobierno y que avala la estrategia independentista catalana.

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