Destaca la dificultades de Alemania e Italia.
El Fondo Monetario Internacional, FMI, ha hecho una revisión de las Perspectivas de Crecimiento Mundial, WEO, y ha reducido las previsiones en las grandes economías europeas y la Eurozona en su conjunto, salvo en el caso de España. Para nuestro país insiste en que crecerá un 2,2% en este 2019 y un 1,9% en 2020.
Gita Gopinath, la nueva economista jefe de este organismo supranacional ha advertido de que han “revisado a la baja nuestras previsiones para las economías avanzadas, principalmente debido a las peores perspectivas para la zona euro”. En especial, subraya los casos concretos de Alemania e Italia. Para el país germano dice que la menor demanda externa, unida a los problemas en el sector del motor, después de la revisión de los estándares sobre emisiones, así como la débil producción industrial influirán en su crecimiento para este año. Respecto al país transalpino, los riesgos soberanos y financieros y las conexiones entre ellos “se suman a los obstáculos para su crecimiento”.
Así, la nueva previsión para el Eurozona es de un 1,6%, tres décimas menos que lo avanzado en octubre, y un 1,7% en 2020. El crecimiento en el caso alemán se fija en el 1,3%, seis décimas menos, mientras que para Francia queda rebajada hasta el 1,5%, tan solo una décima, a causa de las movilizaciones de los chalecos amarillos. Para Italia, recorta cuatro décimas, calculando su crecimiento en el 0,6%.
Los diferenciales de deuda soberana italiana siguen siendo altos lo que debe ser tenido en cuenta entre los factores y riesgos que las WEO entienden que deben ser considerados. “Un periodo prolongado de rendimientos elevados pondrían aún más presión sobre los bancos italianos, afectaría la actividad económica y empeoraría la dinámica de la deuda”, subrayan desde el FMI.
También causa preocupación la posibilidad de una salida sin acuerdo de Reino Unido de la Unión Europea. “La posibilidad creciente de un Brexit disruptivo y no negociado con efectos de desbordamiento transfronterizo negativo podrían generar una aversión al riesgo más amplia”. Los expertos del organismo internacional hacen hincapié en que si aumenta el euroescepticismo, los resultados de las elecciones europeas podrían verse afectados.