En su declaración aseguró que antes, durante y después del referéndum del 1 de octubre hubo “actos violentos”.
Durante la sesión de ayer del juicio al procés que se sigue en el Tribunal Supremo, José Antonio Nieto, ex secretario de Estado de Seguridad, confirmó que si los Mossos d’Esquadra hubieran cumplido el plan previsto acatando la orden judicial de impedir el referéndum, la consulta no se habría celebrado.
Así, responsabilizó directamente a la policía autonómica de alinearse con la Generalitat y permitir el referéndum ilegal, en especial Josep Lluís Trapero, entonces jefe de los Mossos y acusado de rebelión en la Audiencia Nacional, por su reticencia al operativo conjunto.
En su declaración, Nieto criticó contundentemente la actuación del cuerpo policial catalán durante las últimas semanas antes de celebrarse la consulta del 1-O. También se refirió a la reunión de la Junta de Seguridad que presidió Carles Puigdemont, ex presidente de la Generalitat, el 28 de septiembre, a la que ha calificado como “surrealista”.
“Estábamos en una mesa hablando del dispositivo para evitar el referéndum con quienes habían convocado el 1-O. Era bastante complejo de manejar, no nos trasladaron nada que tuviera que ver con el plan operativo, sobre cómo se iban a disponer las fuerzas y sí nos trasladaron permanentemente excusas que justificaran que no se iba a hacer”, señaló.
Relató que ya desde primera hora del día en cuestión se confirmaron sus peores presagios. “La actuación de los Mossos el 1-O fue insuficiente, ineficaz y en algunos casos respondía al objetivo de dar apariencia de normalidad a algo que no era normal, porque había sido prohibido por el Tribunal Constitucional”, apuntó. De este modo, ante la actitud del cuerpo policial catalán el Ministerio ordenó a la policía y a la Guardia Civil actuar por su cuenta para cerrar los colegios.
En ese punto, Nieto asumió la responsabilidad de la decisión: “Ordené que se pusiera en marcha el dispositivo”. En muchos centros encontraron “una resistencia muy intensa”, explicó. “Existía una organización premeditada y organizada que tenía ese objetivo”, observó. “No era un problema de personas”, continuó, “que fuese a votar, sino de personas con un objetivo añadido al de votar, que era impedir que la Policía o la Guardia Civil pudieran hacer su trabajo”.
Siendo interrogado por Andreu van den Eynde, abogado de Oriol Junqueras, el ex secretario de Estado de Seguridad abundó en que el Gobierno había ofrecido una consulta alternativa al referéndum que no se considerase un referéndum, sino que se celebrara en plazas el mismo 1 de octubre. “Se intentó buscar una solución que no fuese renunciar a la legítima reivindicación política de esos dirigentes, pero sin que supusiese un incumplimiento de la ley o un delito. Y no lo conseguimos”, señaló.