El empate en Villarreal dejó en evidencia a la zaga culé.
La defensa del Barça está pidiendo a gritos una renovación después de quedar constatado que encajar cuatro goles en Villarreal no es una opción de futuro. Gerard Piqué no es eterno, va teniendo sus años, y Valverde debe preparar una zaga solvente, que no es lo que se vio ante el submarino amarillo al no estar su mejor central ordenando la defensa.
Hace unos meses que la directiva blaugrana inició el proceso de renovación en esas demarcaciones. Primero llegó Clément Lenglet y poco después Jean-Clair Todibo, además de Jeison Murillo. Solo el primero parece que tenga opciones de promocionarse dentro del equipo; el segundo necesita madurar y al técnico no termina de agradarle el tercero.
No podemos olvidar a Samuel Umtiti, que ha sufrido un gran bajón en las últimas semanas, pero no ha sentado bien en la directiva que no quisiera pasar por el quirófano para tratar su lesión, por lo que su futuro podría estar a expensas de ofertas en el verano. Tampoco se cuenta con Thomas Vermaelen ya que saldrá del equipo el próximo verano.
Por tanto, puesto que Todibo será cedido para acumular minutos, Murillo saldrá de la escuadra y queda en el aire lo que suceda con Umtiti, parece prioritario cerrar el fichaje de Matthijs de Ligt, del Ajax de Ámsterdam, considerado una pieza clave para cimentar la defensa. Según recoge fichajes.com del diario Sport, “Si a los tres -Piqué Lenglet y Umtiti- se une De Ligt, el Barça contará con cuatro futbolistas cuya media de edad, exceptuando a Gerard, dará mucha tranquilidad pensando en el futuro. Lenglet ha demostrado que está más que capacitado para rendir como titular y el club tiene fe en recuperar a Umtiti”.