El año en que volvió la ultraderecha a España

El año en que volvió la ultraderecha España

Vox ha pasado casi desapercibido, hasta hace poco, pero ya lleva cinco años la política española.
En unos días se cumplirá el quinto aniversario desde que se presentara formalmente la ultraderecha en España encarnada en el partido político fundado por José Antonio Ortega Lara y Santiago Abascal. En el acto se dieron a conocer los pilares sobre los que se asentaría Vox, que se materializaron más visiblemente en la campaña de las elecciones andaluzas.

Un discurso repleto de argumentos retrógrados, legítimos mientras se mantengan dentro del marco constitucional, pero reaccionarios y anacrónicos y, por tanto, peligrosos.

Aquel día de enero de 2014 presentaron su ideario sobre cuatro pilares: el derecho a la vida, es decir, contrarios al aborto, la protección de la familia, la unidad de España, eliminando las autonomías, y no negociar con ETA. Este último postulado se les vino abajo cuando la banda terrorista anunció el cese definitivo de sus acciones y su disolución en mayo de 2018. Ni cortos ni perezosos, escogieron otro y, a la sazón que otras formaciones de ideología semejante, o calcada, del entorno europeo, la inmigración fue la víctima.

Aquel día de enero de 2014 dijeron ser una formación de “centro-derecha, moralmente conservadora, económicamente liberal y moderada en sus planteamientos”. “No es una operación coyuntural, sino un proyecto de largo aliento para airear la política española y conseguir que las demandas de los ciudadanos lleguen a las instituciones”, dijo entonces el ex ministro Ignacio Camuñas. De ahí que decidieran presentarse a las elecciones municipales y autonómicas de 2015, para arañar votos de los electores que en 2011 llevaron a Mariano Rajoy a La Moncloa.

“Nos dirigimos a todos aquellos ciudadanos que se sienten huérfanos electoralmente hablando por una política infectada de escándalos de corrupción y al servicio de intereses particulares y clientelares”, dijo Abascal aquel día de enero de 2014. Cabe recordar que el actual líder de Vox fue militante activo del PP hasta noviembre de 2013.

Hoy, la formación de ultraderecha ha plasmado y desarrollado en un programa electoral esos postulados y ha irrumpido con fuerza en el Parlamento de Andalucía, donde serán llave para sacar adelante iniciativas importantes. De seguir así, se pondrán en peligro los muchos y grandes avances democráticos y sociales que se han logrado a lo largo de los últimos 40 años bajo el marco constitucional y autonómico, ese que quieren eliminar, igual que la Sanidad universal, la diversidad lingüística y social, con un sistema sanitario y educativo recentralizados, blindando las fronteras, revisando los tratados europeos y defendiendo una unidad de España al estilo del antiguo régimen que solo permanece en su ideario. Aquel día de enero de 2014 volvió la ultraderecha a España.

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