Una encuesta elaborada por el Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat (CEO) revela que el 48,8% de los catalanes con derecho a voto se manifiesta en contra de la independencia, mientras que un 41,9% la apoya, un 6,1% no lo sabe y un 3,2% no responde.
El barómetro –Cosmopolitismo y localismo en Cataluña– fue realizado antes de conocerse la sentencia del procés y los posteriores actos violentos en Barcelona y buena parte de Cataluña, y solo unos días antes de las elecciones del 10N y el preacuerdo de gobierno PSOE-Unidas Podemos. En concreto, entre el 16 de septiembre y el 7 de octubre.
Se hizo en una muestra de 1.500 personas con un margen de error de 2,35 y sus resultados los presentó ayer Jordi Argelaguet, director del CEO.
Mientras que el porcentaje de los que se declaran en contra de la independencia se mantiene estable o sube un poco respecto a igual barómetro de julio (48,3% entonces), la diferencia es más grande entre los que se declaran a favor (entonces fue el 44%).
Respecto a otros sondeos anteriores, se evidencia que el independentismo pierde fuerza, siendo este 41,9% el dato más bajo desde el 41,1% del sondeo de junio de 2017. También es más bajo el 48,8% actual respecto al 49,4% de esa encuesta.
Es importante el matiz de que respondan ciudadanos con derecho a voto, ya que, extendiendo la pregunta de si Cataluña debe ser un Estado independiente a residentes extranjeros sin derecho a voto, la diferencia es mayor, con un 49,3% en contra, un 40,3% a favor, un 7,3% que dice no saberlo y un 3,1% que prefiere no responder.
Al respecto de otro tipo de relación entre Cataluña y el resto del Estado español, un 33,6% responde favorablemente a que sea un Estado independiente, mientras que el 28% prefiere seguir siendo una comunidad autónoma dentro de España, a la vez que el 21,6% opta por ser un Estado dentro de un una federación española y el 7,8% que lo hace por que sea una región del Estado.
Comparados los porcentajes con la encuesta de julio, el apoyo al independentismo cae desde el 34,5%, siendo la cifra más baja desde febrero de 2012, cuando el apoyo era del 29%.
Al añadir a los residentes extranjeros, también cae el apoyo a que Cataluña se constituya en un Estado independiente, hasta el 31,8%, mientras que el 28,1% prefieren seguir siendo una comunidad autónoma, el 20,9% optan por un Estado dentro de una España federal, el 9,3% quieren que sea una región dentro del Estado español, el 6,8% dice no saberlo y el 3,1% opta por no responder.
Por último, a la pregunta de si creen que Cataluña ha alcanzado un nivel suficiente de autonomía, el 58,8% de los encuestados opina que no, el 25,1% creen que sí tiene un nivel suficiente de autonomía, el 6,5% que hay demasiada, el 7,3% no sabe y el 2,4 no responde.
Si es así y no lo pongo en duda, ¿por qué se permiten los desmanes de la minoría que impiden la normal convivencia?
Un vehículo aparcado en doble fila de inmediato es sancionado, por el contrario los cortes de autovías, las interrupciones ferroviarias son aplaudidas e incentivadas por las autoridades catalanas, cuando no participan en los sabotajes.
Según las encuestas un 49% de los catalanes están en contra de la Independencia. Pero no hay que fiarse porque si se produjera un hipotético referéndum, los Independentistas que son tan fulleros como el impresentable Pigdemont o como Torra, se las ingeniarían para que las votaciones salieran a favor de la Independencia. En un hipotético referéndum, que nunca se va a producir mientras que tengamos una Constitución en España, no hay que fiarse de los tramposos y mentirosos Independentistas.