Las autoridades dan por terminada la “sedicion”.
Según informan los medios estatales iraníes, “aunque esta sedición ciega fue tan pequeña que una porción de la policía fue capaz de cortarla de raíz, podéis estar seguros de que vuestros camaradas en el Ejército de la República Islámica están preparados para hacer frente a los ingenuos del Gran Satán”, en referencia a los Estados Unidos, ha asegurado el jefe del Ejército de Irán, general Abdolrahim Musavi.
El pasado miércoles se daban por finalizadas las jornadas de protestas, según anunció Mohamad Alí Yafari, comandante de la Guardia Revolucionaria de Irán: “Hoy podemos decir que es el fin de la sedición”, añadiendo que “un gran número de personas generadoras de problemas” han sido arrestadas, asegurando que “el número de alborotadores no supera las 15.000 personas a nivel nacional”.
Infiltración de elementos terroristas en Irán
Yafari acusa directamente a la Organización de los Muyahidín del Pueblo de Irán de estar implicada en las revueltas, al afirmar que los manifestantes “recibieron entrenamiento de contrarrevolucionarios”. Asimismo, acusa a Estados Unidos, Arabia Saudí e Israel de infiltrar a elementos terroristas en Irán para provocar el caos, afirmando que han tratado de introducir a miembros de Estado islámico, que ya han sido neutralizados.
Por otro lado, miles de iraníes han salido a manifestarse en varias ciudades del país en apoyo al líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, y el Gobierno de Hasan Rohani, con banderas de Irán e imágenes del ayatolá, y gritando consignas, como “ofrecemos la sangre en nuestras venas a nuestro líder”.