Todo apunta a que la vacuna contra la Covid-19 estará disponible en Estados Unidos el próximo 1 de noviembre, dos días antes de las presidenciales. Ante ese posible escenario los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estadounidenses han pedido a los estados que eviten cualquier posible obstáculo que impida la apertura de los puntos de distribución.
Ya a principios del mes pasado, los CDC anunciaron a los distintos departamentos de salud que podría haber “dosis limitadas” de la vacuna en otoño.
En una nueva comunicación, el Departamento de Salud y Servicios Humanos y los CDC anuncian que “están haciendo rápidos preparativos para aplicar una distribución a gran escala de las vacunas de Covid-19 en el otoño de 2020”.
Michael Caputo, portavoz de Salud y Servicios Humanos, ha explicado que es “cada vez más probable” que muchas dosis de la vacuna estén disponibles en enero. En ese sentido, ha señalado que “los médicos y los datos están impulsando el avance de todas las medidas contra la Covid-19”.
El 1 de noviembre concuerda con los preparativos previos, mantiene Michael Fraser, director ejecutivo de la Asociación de Autoridades de Salud Estatales y Territoriales.
Con todo, es probable que se necesite una autorización de uso de emergencia de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA), para distribuirla tan pronto.
Trump acusa a la FDA de ralentizar el desarrollo de la vacuna
Por su lado, Donald Trump, presidente de Estados Unidos, anticipó que creía que habrá preparada una vacuna para el día de las elecciones presidenciales. O poco antes. A su vez, acusó al personal de la FDA de retrasar el trabajo en la vacuna con el fin de perjudicarlo políticamente.
La comunidad científica plantea interrogantes ante esas acusaciones sobre la interferencia política en los ensayos para desarrollar vacunas contra la Covid-19. Así, Stephen Hahn, comisionado de la FDA, aseguró una vez más que la ciencia será la que guíe cualquier decisión.
Además, un representante federal conocedor ha señalado que el 1 de noviembre tan sólo se trata de una fecha cara a la planificación. No se pretende influir en las elecciones y el Gobierno se basa en el supuesto de que habrá una vacuna disponible, zanjó.