A partir del 18 de marzo, los aranceles impuestos por Estados Unidos a Airbus subirán del 10% al 15%. En octubre, con el respaldo de la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Gobierno estadounidense elevó al 10% la tasa arancelaria a las aeronaves de Airbus.
La Oficina del Representante de Comercio Exterior anunció los nuevos aranceles al fabricante aeronáutico europeo. Es parte del largo conflicto en el que la Administración de Trump trata de penalizar a la Unión Europea.
En concreto, por ofrecer subsidios ilegales a Airbus que habrían perjudicado al fabricante estadounidense Boeing. Además de los aranceles a los aviones europeos del 10%, impuso otros del 25% a algunos productos alimenticios. Entre ellos, quesos y aceitunas españolas.
Todo ello, después de que la OMC lo autorizara por valor de 7.500 millones de dólares, en contrapartida por los subsidios. Estos fueron considerados “ilegales”.
Airbus asegura, después de conocer la decisión de los nuevos aranceles, que el incremento de estos afectará directamente a las aerolíneas de Estados Unidos. En el país norteamericano escasean las aeronaves debido a la crisis sufrida por el fabricante estadounidense Boeing por el modelo 737 MAX.
A pesar de las nuevas tasas, Airbus seguirá negociando con sus clientes en Estados Unidos. Lo hará con el fin de “mitigar los efectos de los aranceles en la medida de lo posible”.
Con todo y con eso, confía en que la oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos modifique su postura.
Esta guerra comercial viene de largo, desde hace 15 años. Las tasas aduaneras del 18 de octubre afectaron principalmente a Alemania, España, Francia y Reino Unido.
Los “cuatro países responsables de los subsidios ilegales”, dijo entonces la oficina de Comercio Exterior, por las ayudas concedidas a Airbus. Estas ayudas se destinaron al desarrollo del A350 y el A380.