Mark Esper, secretario de Defensa de EEUU, ha manifestado que no dejará que China tenga la hegemonía en la región del Indo-Pacífico y ha pedido al Ejecutivo de Pekín que no continúe con su comportamiento “desestabilizador”.
“Creo firmemente que ninguna nación puede ni debería dominar el Indo-Pacífico y estamos trabajando codo con codo junto a sus aliados y compañeros para abordar las imperantes necesidades de seguridad de esta región”, ha declarado en Sídney.
En los últimos años ha estado realizando China una estrategia de expansión en la región, de modo particular en el mar de la China Meridional, lugar donde ha instalado aeródromos y bases militares en isletas las cuales son reclamadas por otros países, llegando incluso a crear “islas artificiales”, con el fin de hacer fuerte su posición.
Según se secretario de Defensa estadounidense, estas actuaciones suponen “un patrón perturbador de comportamiento agresivo y desestabilizador” que sobrepasa el terreno militar, incluyendo además “un comportamiento económico digno de un depredador, que obliga a otros países a canjear su soberanía a cambio de deuda, y que promueve el robo de la propiedad intelectual de otros países bajo la tutela del estado”.
Todo esto ocurre mientras la tensión entre los dos países va en aumento en el ámbito comercial, que se incrementó aún más el pasado jueves cuando Donald Trump, presidente de EEUU, informó que subiría un 10% las tarifas de los aranceles sobre productos chinos por valor de 300.000 millones de dólares.
Mike Pompeo, secretario de Estado estadounidense, manifestó que la culpa de las disputas entre los dos países son “décadas de mal comportamiento” por el Ejecutivo de Pekín. “Queremos un comercio libre y justo, no un comercio que socava la competitividad”, indicó Pompeo.