Han sido muchos los asesinados por una banda de malhechores cuya responsabilidad en la historia no deja ninguna duda. La cobardía imperó en nuestro suelo como la cizaña que no se arranca de los campos propios.
Han pasado muchos años y, es verdad, no basta el perdón. Pero es un paso importante que una buena parte de los protagonistas de tanta miseria pidan… perdón. Y, en esta parte, hay que saber perdonar, sin olvidar, desnudándonos de todo rencor.
Porque el recuerdo es la mejor forma de evitar que se repita. Desde aquellos años de los cincuenta en los que Madariaga y Txilardegui dieron a luz lo que siempre fue el terror y el dolor.
Pedir perdón es un síntoma del reconocimiento de una derrota. Y, en este caso, la derrota no es sólo no haber podido conseguir los fines concebidos. Uno es derrotado cuando se muestra reconocido de los errores que ha cometido. Porque la peor derrota es con uno mismo.
Tweet de Pedro Sánchez
@sanchezcastejon
Nuestro reconocimiento a tres compañeros que lideraron y culminaron el
esfuerzo de generaciones en el combate contra ETA: José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez @_Rubalcaba_ y @patxilopez.