Francia entrega decenas de armas de ETA al Gobierno de España. Armas con las que asesinaban a nuestros compañeros, a nuestros amigos, a nuestros ciudadanos. Armas con las que trataron de manchar nuestra democracia.
Pero la peor arma de ETA, la más letal para nosotros, fue la aceptación social que tuvo en una minoría significada de gente. El escabroso tránsito del fanatismo a la demencia de ciudadanos que convivían con una inmensa mayoría que quería vivir en paz.
ETA pasa a la historia con un gobierno, el de José Luis Rodríguez Zapatero, que logra que desaparezca para siempre la sangre derramada por un discurso xenófobo y regresivo que nos llevó a los peores momentos de nuestra historia reciente.
Ahora Francia nos da las armas con las que nos mataban. Y destruían el corazón de muchas familias. Todo para nada.
Editorial: “Las armas de ETA”
