Editorial “Hicieron trampas”

Más allá de enriquecerse por el camino, la existencia de financiación ilegal es la mejor prueba de que hicieron trampas en las elecciones. Al menos en Valencia, probablemente en otros lugares, siempre el Partido Popular.
Una doble o triple contabilidad. Desde aquel glorioso pen-drive encontrado en un despacho madrileño en el que estos delincuentes especificaban que, donde digo digo, digo Diego. Gastos generales cuando en realidad eran gastos electorales.
Hasta las pruebas irrefutables que ayer les condenaron por financiar ilegalmente las campañas valencianas. Carteles y actos pagados en exceso con el fin de ir a las elecciones dopados, con ventaja, financiados a cambio de sembrar de corrupción lo que antes era el erario público.
Hicieron trampas porque les da igual ser unos tramposos. Porque la financiación ilegal mataba dos pájaros con un solo tiro: forrarse con dinero ajeno y hacer de tahúres con dinero propio.
Ahora les condenan. Tras tantos años les condenan. Porque se lo llevaron crudo y porque hicieron trampas.

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