Editorial “Derecho a dividir”

Derecho a dividir

El inquilino de una casa no puede decidir que las zonas comunes de la misma se repartan equitativamente entre los propietarios. La historia nos marca, de forma sencilla, que el común de los pueblos se forma en la convivencia.
Ni Cataluña, ni el País Vasco, fueron nación independiente, sino pueblos de una España que (casi) siempre convivió unida, en cada una de sus formas, desde la Diócesis de Diocleciano en el siglo III de esta era hasta la Constitución de 1978.
El derecho a decidir de los pueblos se debe ejercer en aquellos lugares cuyos espacios comunes han sido ocupados por un país o un ejército opresor. De lo contrario es simplemente derecho a dividir.
Es por lo tanto el derecho a dividir un ejercicio antidemocrático sustentado en el egoísmo de una parte de la burguesía, las más veces deseosa de pagar menos impuestos. Una actitud reaccionaria que suele cuajar en la derecha y, a veces, solo a veces, en la izquierda.

1 thought on “Editorial “Derecho a dividir””

  1. Mas claro imposible.
    El «derecho a decidir» es profundamente antidemocratico, choca frontalmente con el derecho que tiene millones de ciudadanos de seguir viviendo en el pais de sus padres , es la posibilidad real de dejar a millones de personas sin patria y sin su derechos

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