El Partido Popular y Ciudadanos han mostrado su peor lado enseñando el músculo de la demagogia con el fin de mostrar una cercanía a la gente de la que posiblemente carezcan. El oportunismo de aprovechar, como dice Margarita Robles, el desgarro social provocado por los asesinatos que han conmocionado España, es hasta cierto punto delirante.
Podemos entender el debate sobre la prisión permanente revisable. Este periódico se ha posicionado en contra. Porque creemos en la justicia reparativa, en la reinserción y en la responsabilidad. Eso no quita que seamos contundentes frente al delito.
Porque se puede ser contundente contra los delincuentes y, sin embargo, no defender una justicia vengativa que no lleva a ninguna parte. Tiende a ser el alimento para los discursos más demagógicos y populistas
Airear ahora el debate sobre la prisión permanente revisable tal como lo están haciendo el PP y Ciudadanos nos avisa de que el tiempo de la demagogia y el populismo no ha desaparecido de España. Hoy, al contrario, está arraigado en la vieja derecha como desde hace tantos siglos.
Editorial “Demagogia y oportunismo de la prisión permanente”
