El mercado, ese bálsamo de Fierabrás que todo lo cura para aquellos cuya simpleza les hace transparentes a la inteligencia, es capaz de traer consecuencias poco aceptables para aquellos que más lo necesitan.
Los cambios en la demanda provocan oscilaciones que dan lugar a fuertes incrementos de precio dada la escasa capacidad de la oferta para adaptarse a los rápidos movimientos de aquella.
La aparición de fondos de inversión que llevan al mercado inmobiliario de nuevo a una espiral precios-rentabilidad está elevando los precios de los alquileres hacia niveles prohibitivos. A esto hay que añadir nuevas y discutibles formas de alquiler vacacional poco transparentes a la hacienda, a la normativa local e incluso al propio mercado.
Por eso se antoja como imprescindible llevar a cabo cambios normativos que eviten un alza indiscriminada de precios que imposibilite a grandes capas de la población, especialmente jóvenes, a acceder a una vivienda digna.
Editorial “Alquileres”
Analizado y entendido el contesto, no podemos dejar de lado una de las alternativas al freno de »los precios prohibitivos», entiéndase esto como la necesidad de poner vivienda de alquiler de larga duración en el mercado, A muchos de los propietarios de viviendas en alquiler lo que nos frena para sacar una vivienda al mercado es la inseguridad jurídica ante el inquilino moroso, y créame, se de lo que hablo- La media está en un año sin vivienda y que no cobras las rentas. Una de las consecuencias de este fenómeno son los alquileres turísticos (rápidos y sin líos) y las agencias de alquiler con garantía, que exigen condiciones duras a los inquilinos. Solo pretendo ampliar el debate un poco más como casero para encontrar la mejor solución para todos- Mucho preferimos inquilinos de tiempo y alquiler justo, con garantías por parte de la administración-