La Organización Mundial de la Salud (OMS) descartó este jueves empezar a tratar, por ahora, la Covid como una enfermedad endémica. “En este momento, las condiciones para la endemia no se cumplen”, afirmó Catherine Smallwood, una de las principales responsables de la organización para Europa.
Sin embargo, varios países, entre ellos España, lo han planteado y de ahí la reacción y la advertencia de la OMS. Un aviso que ha venido respaldado por la ONU, que ha sentenciado que será su agencia para la salud quien catalogará la enfermedad cuando corresponda.
Ante este escenario, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, ha venido a echar marcha atrás sobre lo anunciado por su ministra de Sanidad, Carolina Darias.
Así, Sánchez ha indicado que “debemos empezar a diseñar el puente, cuando se pueda, para transitar hacia la gestión como una enfermedad endémica”.
Eso sí, matizó, el proceso no se producirá “de un día para otro” y se llevará a cabo “con todo el rigor científico”. Al tiempo, quiso destacar que la situación epidemiológica en España es distinta en comparación con algunos de los socios y vecinos europeos.
En ese sentido, precisó que “con todo el rigor científico y desde la cooperación europea, el deber de los Gobiernos es anticipar fases”.
Liderar el proceso para considerar la Covid una enfermedad endémica
Con todo, el Gobierno, consciente de que el proceso no será algo de hoy para mañana, pretende liderarlo, con el aval del ritmo de vacunación.
Según ha manifestado Sánchez, una diferencia destacable en España respecto a países de nuestro entorno que “no existe el negacionismo”. Al menos no de forma tan visible como en otros territorios europeos.
Apuntó que los ciudadanos consideran la vacunación como un derecho, pero también como un deber con el fin de proteger la salud pública.
Asimismo, recordó que hay que afrontar la variante ómicron, más contagiosa, pero menos grave, gracias al alto nivel de vacunación.
A ese respecto, aseguró que las cifras apuntan hacia una “progresiva estabilización del número de contagios”. De ahí que la mejor decisión en materia de salud, y también en política económica, ha sido la vacuna.