Dirigentes de IU: “Pretenden convertir Izquierda Unida en un grupo ‘twittero’”

Acusan a Garzón de “autoritarismo”.
En un manifiesto suscrito por cargos de Izquierda Unida, entre ellos un diputado del Congreso y dos ex coordinadores autonómicos, se acusa a la dirección federal encabezada por Alberto Garzón de “autoritarismo”, rechazando también cualquier acción que lleve a la sumisión de IU frente a otras formaciones aliadas, como podemos, y se lamentan de la “falta de democracia interna”. Así lo manifiestan los firmantes, entre los que se encuentran Ricardo Sixto, diputado en el Congreso, Eberhard Grosske, ex coordinador en Baleares, Glòria Marcos, ex coordinadora en la Comunidad Valenciana, un miembro del actual coordinadora federal, José Luis López Tapias, y Cristian Ibáñez, coordinador en la provincia de Albacete. En el texto se manifiesta la preocupación por la situación actual de IU y el “papel que no está jugando” en la actualidad política, representando a la “izquierda transformadora”, debido a “la delegación de una buena parte de la acción política e institucional en otras fuerzas políticas o en ámbitos informales de carácter cupular”.
Por el hecho de que Izquierda Unida sea minoritaria en Unidos Podemos, en su opinión, “no debería impedir ser activos a la hora de incidir. Al no hacerlo así, ponemos en solfa la necesidad de nuestra propia existencia, dejamos de aportar el fruto de nuestra experiencia y de nuestra cultura política”. Advierten de que la convergencia con otras fuerzas “se está convirtiendo en una negociación cupular con Podemos poco transparente y que, en el caso de las elecciones municipales y autonómicas, parece querer ignorar el carácter federal de IU y las competencias de las distintas federaciones en esta materia”, criticando, además, “la pobreza democrática del debate político interno y un autoritarismo creciente en la resolución de los conflictos internos o el burocratismo y la rigidez de los órganos de dirección; la actitud de partidos que forman parte de IU y que han vuelto a imponer la política de brazo de madera”, rechazada expresamente desde la III Asamblea de la formación. En concreto, denuncian la intervención de la dirección federal en la Comunidad Valenciana a favor de una de las candidaturas, una “extralimitación” de funciones que “vulnera claramente los Estatutos federales y los de la Federación Valenciana”.

Rechazo al último documento organizativo
En el manifiesto, dicen del último documento organizativo de la dirección federal que “pretende disolver la estructura federal de IU para convertirla en una organización centralista”, y exigen a Garzón mecanismos de participación y respeto por las competencias y autonomía de las federaciones. Tal es así que Ricardo Sixto dice que la actual dirección “pretende convertir Izquierda Unida en un grupo twittero, destruyendo mecanismos de debate, de participación y de organización territorial. El modelo de IU se viene abajo con este peligrosísimo documento”. Por otro lado, Paloma López, eurodiputada y miembro de la Ejecutiva de Izquierda Unida, y rival del actual coordinador federal en las últimas primarias, aunque no firma el manifiesto, sí critica la propuesta de Garzón para reformar la estructura organizativa de la formación, asegurando que, aunque no ve riesgo de disolución, sí existe “un vaciamiento de IU como organización”, en especial a nivel territorial, pero también estatal. Por esta razón, López pide un debate “tranquilo e inteligente” para “fortalecer” Izquierda Unida y no para que se implante el “centralismo” como forma de organización a través del “vaciamiento” de las competencias.