Para “tomarse un respiro” en el servicio público.
Nikki Haley, embajadora de Estados Unidos en Naciones Unidas, ha dimitido este martes para “tomarse un respiro” en el servicio público. Así lo ha anunciado en rueda de prensa junto al presidente norteamericano, Donald Trump.
La embajadora ya había comunicado al presidente su intención de dejar el cargo, pero fue ayer cuando entregó su carta de dimisión. No obstante, Trump ha confirmado que continuará hasta final de año. En la rueda de prensa, el presidente estadounidense ha subrayado que Haley “ha hecho un gran trabajo. Hemos hecho un fantástico trabajo juntos”.
Por su lado, la embajadora se ha mostrado orgullosa de su cargo y ha dicho que ha sido “el honor” de su vida, agradeciendo, también, la ayuda que le han prestado Ivanka Trump y Jared Kushner, hija y yerno del presidente, respectivamente.
Haley fue gobernadora de Carolina del Sur y apoyo a otros pre candidatos republicanos y no ahorro críticas al actual inquilino de la Casa Blanca durante la carrera presidencial. Con el tiempo, se ha convertido en una de las asesoras de confianza del presidente. Defendió en la ONU el cambio de estrategia de su país en lo que respecta a esta organización y supervisó la retirada de Estados Unidos del Consejo de Derechos Humanos.