La próxima semana se desplegarán en Rumanía aeronaves dotadas con sistemas aerotransportados de alerta y control (AWACS).
Se trata de radares de gran capacidad que permitirán incrementar la vigilancia aérea sobre territorio aliado en el marco de la guerra en Ucrania.
Así lo ha anunciado la OTAN este viernes en un comunicado. Con ello, se pretende reforzar la presencia de la Alianza Atlántica en la región.
Asimismo, se intensificará la vigilancia la actividad rusa cuando el conflicto ha entrado en una nueva fase de escalada.
Instalados en el fuselaje de un Boeing E3, proporcionan vigilancia aérea, mando y control, gestión del espacio de combate y comunicaciones.
Además, son radares de largo alcance con sensores pasivos que pueden detectar contactos aéreos y de superficie a grandes distancias.
Según ha trasladado Oana Lungescu, portavoz de la Alianza, “nuestros AWACS pueden detectar aeronaves a cientos de kilómetros”.
Son “un recurso clave para la posición de defensa y disuasión de la OTAN. Doy las gracias a Rumanía por acoger estos aviones que suponen una gran contribución a nuestra capacidad de alerta temprana”, explicó.
A ese respecto, la portavoz ha justificado este paso de la Alianza por la agresión militar rusa contra Ucrania.
Además, reiteró que la decisión está en la línea de firmeza de la OTAN para “proteger y defender cada centímetro del territorio aliado”.
Por otro lado, la Alianza ha precisado que los AWACS iniciarán labores de reconocimiento en los próximos días sobre territorio aliado.
A su vez, este despliegue supone desplazar 180 efectivos militares con el fin de acompañar las tareas de estos sistemas de vigilancia.
Actualmente, las 14 aeronaves se encuentran en Alemania, concretamente, en la base aérea de Geilenkirschen.
Asimismo, es uno de los pocos recursos militares propios de la Alianza y se operan por la OTAN. En la mayoría de los despliegues se utilizan medios de los aliados, aunque operan bajo bandera de la Alianza.