“Desolación”, por Mari Ángeles Solís.

Mari Ángeles Solís del Río.

En ese momento, necesitaba un goteo incesante de respuestas, de comentarios… necesitaba saber la verdad o si, únicamente, él había dicho aquello solo como un acto rebelde a la barrera de la soledad, a la reacción que pudiesen tener otros.

Tuvo el impulso de llamarle y preguntarle… pero no se atrevió finalmente. El miedo la dominaba. Sus sueños estaban cayendo poco a poco, su ilusión por el futuro se iba resquebrajando. Sólo veía grietas en aquel instante.

Acaso debió ser más clara con él, decirle que le quería. Siempre supuso que él ya lo sabía. Y tal vez, él no lo tenía tan claro… por eso siguió otro camino. Aunque debía tener presente, que quizá él lo sabía pero jamás tuvo intención de compartir con ella su futuro, sus momentos de calma y de tormenta… su dicha y desdicha mirando hacia el mismo horizonte.

Las lágrimas caían, con miedo, por sus mejillas… recordaba el poema de Bécquer “cuando me lo contaron sentí el frío…”. Pero ¿sería aquello verdad?. Había sido solo una palabra dentro de una frase, la que le había hecho perder toda esperanza, perder la ilusión en todo.

Ella, fue sólo un instrumento para paliar, en algunos momentos, la soledad. La esperanza fue apagando, poco a poco, las estrellas de su cielo, dejando en el horizonte una nube roja que vomitaba dolor.

La duda la estaba matando. Por eso cerró las ventanas y persianas para que no hubiese más luz que el recuerdo. Pasó la noche deshaciéndose en llanto. Sentía las manos rígidas, como raíces… hasta que amaneció.

La luz empezó a colarse por las rendijas. Y, en cada rayito de luz que se colaba, ella lo tapaba con una fotografía donde estuviesen los dos juntos, cuando eran felices, cuando sonreían a la par.

La desolación se hizo dueña de su cuerpo. Ella solo esperaba que el viento soplara a favor, ella solo había dado tiempo al tiempo, segura de quererle y de que él la quería. Fue presa de su propio engaño. Lo que horas antes era ilusión, de un plumazo, con una palabra, se había convertido en desolación.

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