Sólo a la derecha se le ocurriría una idea tan descabellada como la que el Gobierno de Andalucía (PP) y Vox han aprobado para explotar las aguas de Doñana.
Una propuesta que no ha tenido en cuenta la opinión del Consejo de Participación del Parque Nacional.
Tampoco cuenta con un informe que la avale y que podría suponer sanciones de la Comisión Europea, que ya ha advertido seriamente.
Con la ley que aprobó el Parlamento andaluz con sólo los votos favorables de los populares y la ultraderecha permitirá legitimar la explotación de aguas de Doñana para el uso agrario. En algunos de los casos, ilegales.
Recientemente, Bruselas dio un ultimátum al Ejecutivo español para que se adopten medidas para proteger el humedal. De esa forma se cumpliría una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).
Lejos de ello, el Gobierno de Juanma Moreno no sólo desoye al Ejecutivo comunitario, sino que pretende beneficiar a solo unos pocos.
En su línea, como Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León, sin complejos.
A Bonilla le preocupa poco Doñana, salvo para sí
Poco le importan las sanciones porque las pagaría el Estado, es decir, todos. A la derecha le encanta disparar con bala ajena. Ellos tiran la piedra y que otros paguen los desperfectos.
Menos aún le preocupa un Doñana que es patrimonio de todos los españoles y la catástrofe que causaría al ecosistema de la zona.
En ese sentido, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, ha advertido. “Lo digo de manera serena pero también con contundencia: Doñana no se toca. Es patrimonio de todos los andaluces y de todos los españoles. ¡Doñana no se va a tocar!”.
Asimismo, varios ministros han mostrado su frontal oposición a la descabellada idea. La que más, Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico y vicepresidente tercera.
Si la ley sale adelante, avisa, la recurrirá ante el Tribunal Constitucional porque ya pesa una condena “por el mal estado de Doñana” en el pasado. Además, ha tildado la propuesta de “provocación de enormes dimensiones”.
Tampoco se ha quedado atrás Félix Bolaños, ministro de la Presidencia. En declaraciones a los medios ha indicado que el Gobierno “adoptará las medidas necesarias” para salvar Doñana de “las manos del PP y Vox”.
Asimismo, ha calificado la propuesta como un “ataque” al Parque y su ecosistema, por la importancia del enclave para Andalucía y España. “Y no tienen ningún empacho en hacerlo”, ha lanzado.
La comunidad científica, en contra
Por su lado, Hugo Morán, secretario de Estado de Medio Ambiente, asegura que, según la comunidad científica del Consejo de Participación, la nueva ley es una “aberración”. La situación de este espacio natural es crítica, han alertado.
A eso se une ese mantra del que siempre tira la derecha: la invasión de competencias, eso de lo que tanto se queja.
En este caso, sobre quién debe hacer el informe preceptivo y vinculante para llevar a cabo lo que llaman una reordenación del territorio.
Lo malo no es sólo eso, sino que ni siquiera hay ese informe. Le compete a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y, en caso de existir, Bonilla estaría obviando competencias de otra Administración.
Y ahí no acaba la cosa. Quienes tienen las competencias en materia de ordenación del territorio son los ayuntamientos, no el gobierno regional.
Por tanto, un despropósito tras otro, como sucede en todos los ejecutivos en manos del PP jaleados por Vox.
Por fin sale a la luz la verdadera cara de Bonilla
Y a ese desenmascaramiento de la realidad ha hecho referencia Juan Espadas, líder del PSOE en Andalucía.
En referencia al pleno del Parlamento andaluz que aprobó la tramitación de la ley sobre las aguas de Doñana ha dicho que “es un antes y un después en la credibilidad de Moreno Bonilla”.
Además, exige al jefe de la Junta de Andalucía que “asuma responsabilidades” si Bruselas da una respuesta legal.
Por otro lado, aunque lo populares y la ultraderecha niegan por activa y por pasiva que no se va a tocar el acuífero, el grueso de los grupos parlamentarios desaprueba la propuesta de ley.
“Moreno Bonilla se va a convertir en el Presidente de la Junta que va a secar Doñana”, llega a decir Adelante Andalucía.
“La ley es un fake, absolutamente falsa y mentirosa”, en referencia a las negativas del PP de que no se dañará el Parque.
Además, mientras que los populares insisten en que siempre se habla de riego con aguas superficiales, el propio articulado lo refuta.
Y en eso inciden desde Por Andalucía, quienes señalan que “el artículo 23 de la proposición apostilla que salvo que las autoridades competentes fijen un origen distinto” del agua.
Con todo, lo curioso es que las derechas saben que no tienen competencias para legislar en esa materia. Aun así, lo hacen.
“Que la gente se entere de una vez, que no enreden, que no enmierden la proposición de Ley”, lanzaba Manuel Gavira, portavoz de Vox. No es de extrañar que reaccione así: están acostumbrados a enmierdar ellos.