Decenas de muertos por la explosión de un coche bomba en Colombia

Decenas de muertos por la explosión de un coche bomba en Colombia

Una camioneta superó los controles de seguridad e irrumpió en las instalaciones.
21 personas han muerto y 68 han resultado heridas a consecuencia de la explosión de un coche bomba en la capital de Colombia, Bogotá, en concreto en la Escuela de Cadetes de Policía General Santander. Las investigaciones trabajan bajo la hipótesis de un atentado suicida.

La Policía ha emitido un comunicado en el que dice que “el saldo preliminar es de 21 personas fallecidas, incluyendo al responsable del hecho, y de 68 heridas, quienes fueron trasladadas a distintos centros asistenciales con el apoyo de organismos de socorro y emergencia del Distrito”.

Alrededor de las 9:30 hora local, una camioneta superó los controles de seguridad e irrumpió en las instalaciones policiales. Poco después estalló el vehículo, con el conductor dentro, en el patio donde se celebran los desfiles y dónde, en ese momento, se celebraba una ceremonia de ascensos.

Se ha identificado agresor como José Aldemar Rojas Rodríguez, quien, según la Fiscalía de Colombia, portaba en la furgoneta alrededor de 80 kilos de pentolita, un explosivo muy potente que se obtiene mezclando TNT y pentrita y que se suele utilizar para fabricar minas antipersona.

Las autoridades policiales, en el comunicado, dicen: “La Institución se solidariza con las respetadas familias de las personas que perdieron la vida y desea la pronta recuperación de quienes fueron lesionados. Asimismo, de manera conjunta con la Fiscalía General de la Nación y demás autoridades se adelantan las investigaciones tendientes a establecer las causas y los responsables del acto terrorista que enluta a los colombianos”. 58 de los 68 heridos han sido dados de alta.

Se han decretado tres días de duelo y se ha ordenado reforzar los controles en las fronteras, en las salidas y en las entradas de las ciudades.

Iván Duque, presidente de Colombia, ha señalado que “no descansaremos hasta capturar y llevar a la justicia al resto de los terroristas involucrados y les notifico a esos criminales que les espera el repudio social, el rechazo de todos los colombianos y la comunidad internacional, y el castigo ejemplar de la justicia”. Asimismo, desde la escuela de cadetes, que ha visitado, ha ordenado a la Fuerza Pública, que engloba a policías y militares, a determinar “quiénes son los responsables de este cobarde ataque”.

En sus declaraciones ha quedado cristalino que su Gobierno no dará “ni un paso atrás” en la lucha contra el terrorismo: “Este demencial acto terrorista no quedará impune. Los colombianos nunca nos hemos sometido al terrorismo”.

Por su parte, Juan Manuel Santos, ex presidente colombiano, ha manifestado a través de Twitter su “rechazo absoluto al cobarde atentado”. “Toda mi solidaridad con nuestros héroes de la Policía y sus familias”. “¡Qué dolor el carro bomba a la Escuela de Policía!” ha dicho además por esta red social Álvaro Uribe, también ex mandatario de Colombia.

Por el momento ninguno de los muchos grupos armados que actúan en Colombia ha reivindicado el atentado. Entre ellos sobresale el Ejército de Liberación Nacional, ELN, que ahora se constituye en la primera guerrilla del país después de la desaparición de las FARC, ahora reconvertida en partido político bajo las mismas siglas pero con distinto nombre.

Precisamente Pastor Alape, uno de los dirigentes de la formación que surgió a partir de las FARC y que firmó la paz con el Gobierno de Santos en 2016, ha condenado el atentado. “Nuestra solidaridad con los familiares de los policías”. Opinó que es “una provocación contra la salida política al conflicto” y mantiene que este acto “busca cerrar posibilidades de acuerdo con el ELN, deslegitimar las movilizaciones sociales y favorecer a sectores guerreristas”.

La tensión se ha recrudecido en Colombia después de que el ELN haya reivindicado el secuestro la tripulación de un helicóptero derribado. Santos había iniciado conversaciones de paz con esta guerrilla en febrero de 2017, pero en el mes de agosto del pasado año quedaron suspendidas tras la llegada de Duque al Palacio presidencial.

Numerosas muestras de condolencia y solidaridad han llegado desde distintos países, en especial de la región, incluso de Venezuela, desde donde se ha condenado firmemente este primer atentado que sufre el país colombiano desde hace años. En un comunicado del Ministerio de Exteriores venezolano, se expresa el deseo de Nicolás Maduro, su presidente, de que “los responsables sean capturados y puestos a la orden de las autoridades correspondientes”. Ello a pesar de la ruptura de relaciones entre Caracas y Bogotá.

A su vez, Lenín Moreno, su homólogo de Ecuador, ha señalado que Otto Sonnenholzner, vicepresidente ecuatoriano, irá inmediatamente a Bogotá con el fin de ayudar en la repatriación de los restos de la ecuatoriana que ha fallecido, así como para atender a otros ciudadanos ecuatorianos que han resultado heridos. Igualmente, ha confirmado el compromiso de su nación “con los países hermanos en la lucha contra el terrorismo y toda forma de violencia”. “Los responsables de este crimen deberán pagar por haber enlutado a familias humildes e inocentes de la región”, destacó.

Por su parte, Juan Carlos Varela, presidente de Panamá, ha mostrado su “enérgica condena antes del atentado terrorista ocurrido en la Escuela de Policías de Colombia”, mientras Sebastián Piñera, su homólogo chileno, ha insistido en “su más decidido respaldo al Gobierno en sus denodados esfuerzos por erradicar el terrorismo y consolidar la paz en Colombia, a fin de alcanzar los objetivos nacionales de un desarrollo integral del pueblo colombiano que todos deseamos”.

En la línea del resto de los mandatarios, Evo Morales, máximo dirigente de Bolivia, ha expresado “su solidaridad con el hermano pueblo de Colombia. Condenamos este hecho violento y enviamos nuestras condolencias a las familias de las víctimas”.

También Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, a través de su cuenta personal de Twitter, ha condenado y “repudiado enérgicamente el atentado terrorista que tuvo lugar en Colombia”, manifestando “su solidaridad con nuestros hermanos colombianos en este momento difícil, especialmente los parientes de las víctimas”. Igualmente, ha ofrecido su ayuda al mandatario de Colombia: “Estamos siguiendo de cerca el desarrollo de los hechos. Hago extensiva mi mano al presidente Iván Duque y reafirmo el compromiso de Brasil de luchar duramente contra el terrorismo y el crimen organizado. ¡Cuente con nosotros!”.

Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos, ha hecho un llamamiento a la unidad de la región “en contra de estas acciones terroristas” para “enfrentar la violencia donde sea que ocurra”.

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