¡Cuidado, embarazadas!, sois población de riesgo

¡Cuidado, embarazadas!, sois población de riesgo

¿Cuáles son los efectos del coronavirus en las personas embarazadas? Múltiples, variados y, en algunos casos, graves.

El primer efecto, sin duda, en la pérdida de bienestar fetal. Según informa el portal Infosalus, ésta es una de las razones por las que se debe tener un especial cuidado. Un motivo más por el que el coronavirus puede provocar, sin lugar a dudas, un parto prematuro, siempre indeseado.

El ministerio de Sanidad reconoce que no existen datos suficientes para llegar a conclusiones determinantes. Sin embargo, según la información de que se dispone de embarazadas infectadas, que es poca, los efectos pueden ser adversos sobre los recién nacidos. Entre ellos distrés respiratorio o trombocitopenia, alteración de la función hepática e, incluso, la muerte.

Podemos inferir, según la información suministrada por el ministro de Sanidad, que las embarazadas son población de riesgo al nivel de las personas mayores de 60 años. Extremar la precaución es obligación por parte de este colectivo.

El coronavirus afecta menos a las mujeres, pero es peligroso en las embarazadas

Es verdad, sin embargo, que el coronavirus afecta en menor medida a las mujeres que a los varones. Existen sintomatologías ligeramente distintas y efectos levemente diferentes.

En cambio, eso no quita que las mujeres embarazadas multipliquen el riesgo de problemas fetales que inciden en la vida o la muerte. Igualmente, en la afectación directa o en las consecuencias tangenciales sobre los fetos.

Viene diciéndose desde las instituciones sanitarias que el grupo de mayor riesgo es el formado por las personas mayores de 60 años. Asimismo, aquellas que padecen enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial y diabetes. Además, los pacientes que tienen patologías pulmonares crónicas, cáncer o inmunosupresión.

Sanidad también considera grupos vulnerables a aquellos formados por personas que viven o trabajan en instituciones cerradas. Hace hincapié en los mayores que viven en residencias. En cambio el grupo menos vulnerable, por su evolución clínica, son los menores de edad.

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