El equipo merengue, una vez eliminado de Champions, no va a fichar a jugador alguno y empiezan los descartes en el Madrid. Sobre todo, los más costosos, que son dos y que suman 40 millones brutos al año: Bale y James Rodríguez. Pero hay más.
La intención en algunos casos es hacer caja y en otros, como el caso del galés y el colombiano, ahorrar en nóminas. Volverán algunos cedidos, pero otros serán, los mejor valorados, traspasados.
En el caso del delantero cafetero, Zidane no ha contado con él en los últimos partidos por petición propia y su contrato finaliza en 2021. Sin embargo, para las arcas del club blanco su ficha es muy alta ante la incertidumbre del futuro económico del país o la situación sanitaria.
Saben que tendrán que hacer un descuento importante y venderlo bastante por debajo del valor de mercado del colombiano. Aunque tampoco lo van a regalar.
El técnico francés no contará con él. De modo que, si la Casa Blanca quiere sacarle un rendimiento económico, debe salir ya o se irá gratis al final de la próxima temporada.
Otra prioridad en los descartes en el Madrid es Bale. Entrenador y delantero simplemente no se soportan. Para colmo, el jugador galés pidió al técnico no viajar a Manchester, sabiendo que los blancos se jugaban la continuidad en la Champions.
Su contrato finaliza en 2022 y no tiene problema alguno en continuar si no llega una buena oferta. La directiva merengue también quiere sacar un rendimiento económico a su venta. Sin embargo, como en el caso de James, tampoco va a regalarlo.
Mariano, también entre los descartes del Madrid
Ante ese escenario, el Real Madrid se verá obligado, en cierto modo, a aceptar una oferta si Bale llega a un acuerdo con algún equipo. Al club blanco le costaría más de 60 millones de euros si el delantero galés termina su contrato.
Zidane tampoco cuenta con Mariano, pero él insiste en quedarse en el Bernabéu. Los 4,5 millones de euros netos que cobra el de Premiá de Mar a lo que se sumaría un traspaso adicional hacen complicada la operación.
Mariano no está por la labor de rebajar su ficha. Sólo se plantearía salir si algún equipo le ofrece algo que cubra sus expectativas personales y deportivas.
Menos preocupante es el caso de Lucas Vázquez. El técnico francés cuenta con el si decide quedarse y cumplir su contrato que vence en 2021. El delantero gallego quiere acabarlo.
En cambio, la directiva blanca prefiere buscar una salida. Todavía se puede hacer caja con su venta. Además, en la planta noble piensan que taparía el sitio a jóvenes como Rodrygo y Vinicius, mucho más jóvenes y con mayor recorrido.
Por tanto, se llega a una buena oferta que satisfaga a todas las partes, saldrá del vestuario merengue. No obstante, si no es así, no será un problema porque no es un jugador conflictivo en el vestuario y Zidane contará con él.