Cuando comemos picante sentimos una sensación fuerte de quemazón, a la que normalmente solemos denominar ardor, pero en realidad es dolor. Según un estudio realizado en Penn State University, que nos ha trasladado Quo, un buen remedio para evitar esa quemazón es la leche, entera o desnatada.
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La intención del estudio era encontrar una bebida que limpiase el paladar de aquellas personas que estaban participando en el estudio, degustando productos relacionados con la capsaicina, molécula que fortalece el gusto del picante en algunos productos. Unido a ello, hay un receptor en el que sus células detectan la temperatura, junto con otras que mandan el mensaje de dolor.
John Hayes, profesor de Ciencias de la alimentación en Penn State y director del Centro de Evaluación Sensorial de esta universidad, ha trasladado que, al principio, la idea era encontrar el modo de minimizar la sensación de quemazón para las personas voluntarias en el estudio que manifestaban que la sensación de picante era de gran intensidad.
Se analizaron cinco bebidas por parte de los investigadores. En primer lugar, los participantes tomaron una mezcla de Bloody Mary que contenía capsaicina, es decir, picante. Tras tragar esa mezcla, explicaron la quemadura inicial. Posteriormente se realizaron ensayos separados, en los que bebieron agua purificada, cola, un preparado en polvo con sabor a cereza, agua mineral, cerveza sin alcohol, leche descremada y leche entera. La evaluación continuó 10 segundos después de cada una de las pruebas. Todas las bebidas anteriormente mencionadas minimizaron la sensación de quemazón, aunque los científicos observaron que se daba una mayor minimización de la sensación de ardor tras ingerir leche entera y leche descremada.
Aún es necesario realizar más estudios para analizar el por qué estas bebidas reducen el malestar, aunque consideran que puede estar relacionado con la reacción de la capsaicina cuando entra en contacto con grasa, proteínas y azúcar. En realidad, los investigadores no se vieron sorprendidos con la capacidad de la leche para reducir la quemazón. Lo que sí les sorprendió fue la efectividad de la leche descremada. Por ello, han considerado que la presencia de proteínas puede llegar a ser más relevante que la presencia de lípidos.