Fue la única candidata que diferenció en sus propuestas a los migrantes de primera, segunda y tercera generación, aunque su proposición estrella es el establecimiento de la Quinta Región, que permitiría a los ecuatorianos en el exterior disfrutar de las mismas prestaciones y derechos que los ecuatorianos que viven en su país.
Debido a la pandemia que vivimos, los candidatos para la Asamblea de Ecuador por la circunscripción de Europa, Asia y Oceanía han mantenido debates por videoconferencia en diferentes formatos. El más constructivo, todo hay que decirlo, fue el que realizó la Asociación Hispano Ecuatoriana Rumiñahui, presidida por Vladimir Paspuel, ya que sus conversatorios permitieron a los candidatos y candidatas desgranar sus proyectos de manera sosegada.
Loa proposición fundamental del programa de Cruz Zhimnay fue que los migrantes en el exterior constituyan una Quinta Región ya que “por número de habitantes, nos corresponde: somos más de un millón y medio los ecuatorianos que hemos tenido que migrar, por lo que constituimos un gran porcentaje como para constituir una región independiente, lo que acarrearía facilidades administrativas y mejoras en la parte económica. En ningún caso, esta Quinta Región sería un Estado Soberano independiente, como han dicho, sino un modo de solucionar más de cerca los problemas de los migrantes. En cada Ministerio del gobierno habría un presupuesto destinado a los migrantes ya que somos muchos y estamos abandonados”.
Cruz Zhimnay diferenció en su programa electoral a los migrantes de primera generación, como ella, a los de segunda generación, como sus hijos, y los de tercera generación, como sus nietos. Cada cual tiene necesidades diferentes que deben de ser atendidas.
Sobre la `primera generación, entre la que se incluye afirmó lo siguiente: “Una de las cosas que más me preocupa de la primera generación que migramos es que como trabajamos muchas veces sin contrato no tenemos cotizados los años suficientes para optar a una pensión, por eso el Estado ecuatoriano no se puede desentender de esta problemática y debe, de alguna manera, reconocer años de cotización porque todos merecemos una jubilación digna”.
Sobre la segunda generación, que son las chicas y muchachos que tienen en torno a 30 años, dijo que “hay que ayudarles para que se formen, trabajen y tengan la posibilidad de alcanzar una vida digna. El Estado ecuatoriano no puede estar ausente ni mirar para otro lado ante esta problemática”.
En cuanto a la tercera generación, que visualizó en sus nietos, se mostró a favor de modificar el artículo 8 de la Constitución de Ecuador para que puedan tener la ciudadanía y gozar de plenos derechos. “Demasiado tienen con cambiar de país involuntariamente porque sus padres quieren un futuro mejor para ellos”.
Otros candidatos quisieron centrar debate en la siempre convulsa situación política interna del Ecuador pero Cruz Zhimnay dijo que de lo que hay que hablar es de la situación de los migrantes, no de Correa o Lenin. Concluyó alto y claro de esta manera: “Soy una migrante que como muchos de ustedes vinimos hace veinte años. Una trabajadora que ha tenido que fregar suelos, baños, cuidar niños, ancianos y que ha tenido que comenzar de cero. Yo nunca estuve en política. Soy una ciudadana más que hoy está dando el paso porque creo que puedo aportar soluciones para mis compatriotas, algo que no han hecho los Asambleístas actuales y que siento, como muchos de ustedes, que nos miran por encima del hombro por el simple hecho de ser cargos públicos”.
Las elecciones se celebrarán el 7 de febrero y estarán marcadas por la fragmentación del voto y, por supuesto, la pandemia del Covid-19.